Invirtieron 13 años en fallida estrategia

Sedena colocaba deficiente colchacreto; ahora “encofra” ductos contra tomas clandestinas

Laura Trejo

  · viernes 21 de octubre de 2022

Planchas de concreto hidráulico / Cuartoscuro

De 2007 a 2020 la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) instaló planchas de concreto hidráulico (colchacreto) para disminuir el robo de hidrocarburo, sin lograrlo por su poca efectividad, tardando 13 años en cambiar al “encofrado” que cubre superficie y costados en los ductos de Pemex, según consta en parte de los documentos de las fuerzas armadas que fueron hackeados por el grupo Guacamaya Leaks.

La bitácora “Trabajos Históricos de Colocación de Colchacreto en los Diferentes Departamentos”, integrada con reportes de los efectivos castrences que las colocaban, refiere que la delincuencia buscaba la forma de instalar la toma clandestina pese la existencia del supuesto material protector.

Este material, fue enviado por el S-3 (Operaciones) del Estado Mayor de la Defensa Nacional (EDMN) con el e-mail ssops.s3@sedena.gob.mx a la dirección subj_optvo@sedena.gob.mx.

El documento de la Sedena explica que entre 2007 y 2019 la Sedena colocó 3 mil 780 metros lineales de este material en el poliducto Chihuahua-Ciudad Juárez, Poliducto Satélite, Minatitlán-México, Tula-Toluca, Tula-Salamanca, Tuxpan-Azcapotzalco, siendo este último el que cruza por Cuautepec de Hinojosa, municipio hidalguense con mayor incidencia en robo de combustible.

En 2007 fue reportado que el concreto hidráulico instalado en los ductos Minatitlán-México, Minatlán Salina-Cruz y Minatitlán-Pajaritos, era útil para los pasos acuíferos, pero vulnerable por la presencia de salitre, de manera que finalmente eran poco funcionales.

El reporte documenta con detalle la escasa efectividad de este material, pues entre 2014 y 2019, mientras algunos pinchaban el ducto por el costado, evadiendo el piso de concreto de 15 centímetros de grosor y 1.20 de ancho, otros simplemente avanzaban hacia los puntos en donde se terminaba el colchacreto.

“En la zona donde se encuentra el colchacreto no hay afectación, pero la incidencia se mantiene, ya que únicamente se recorren para seguir delinquiendo”, es uno de los reportes vertidos en la bitácora.

En lo que refiere a la instalación de colchacreto en los paseos aéreos de Tlaxcala en el poliducto Minatitlán-México, las fuerzas armadas constataron que la medida no mitigaba la instalación de tomas clandestinas en este tipo de ductos.

“Funge como retardante, no mitiga la creación de tomas clandestinas, únicamente crea un efecto cucharacha”, refiere la Sedena.

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ENCOFRADO, NUEVA ESTRATEGIA

Al detectar que el colchacreto era vulnerable debido a que solo protege la superficie, pero no los costados del ducto, la Sedena cambió la estrategia de protección por encofrado con concreto, el cual es un método que consiste en el recubrimiento del ducto con capas de 15 centímetros de espesor en la parte superior y en las laterales del ducto, con la finalidad de brindar mayor protección y evitar que sea perforado.

Con este nueva estructura, según documento el organismo, hasta 2020 no se había detectado alguna toma clandestina, por lo que se considera más afectivo. En el caso de Hidalgo se han colocado 11. Kilómetros de encofrado sobre los ductos Tula y Tula-Salamanca.