/ miércoles 2 de noviembre de 2022

La productividad. Más bienes, menos trabajo 

Como hemos comentado en anteriores columnas, la manera de mejorar el bienestar de la población es mediante el incremento de la riqueza nacional, generando mejores ingresos de los trabajadores. Existe una relación directa entre el bienestar de la población y el crecimiento económico de un país. El crecimiento lo podemos definir como el aumento de la producción, es decir, de la cantidad de bienes y servicios que se producen durante un periodo determinado de tiempo, y que generalmente lo medimos como el Producto Interno Bruto (PIB).

Desde el 2005, el PIB de México creció a una tasa promedio anual de alrededor del 2%, lo cual es insuficiente para mejorar el bienestar de las familias mexicanas. Los niveles de pobreza son prácticamente los mismos desde hace más de 20 años.

El crecimiento económico, está determinado por la producción y sus factores: la inversión, el capital humano, y la productividad.

Una de las causas principales del bajo crecimiento de México es la baja productividad.

De acuerdo a las mediciones del INEGI, la productividad es la relación entre la producción total de bienes y servicios, tanto de una empresa como de un país, y las cantidades totales de factores de la producción utilizados para ello.

Por lo tanto, más productividad se traduce en producir más con iguales o menores recursos disponibles.

Por desgracia, en México durante el 2020, los factores de la producción registraron un descenso del 3.6% con respecto a 2019. Y en estos dos años continúan este descenso.

En nuestro país, la productividad en horas trabajadas contra bienes producidos, es baja, y no por que se trabaje poco, de hecho, México es el país de la OCDE en donde, en promedio, se dedican más horas al trabajo. Datos de 2019 muestran que un trabajador labora en promedio, 2,137 horas al año; mientras que los países de la OCDE tienen en promedio 1,730 horas. Es decir, en México se trabaja 23% más horas, sin embargo, comparado con otros países, se producen menos bienes. Trabajar más horas no significa necesariamente ser más productivos.

¿Cómo podemos empezar a incrementar esta productividad? Hay muchos factores, como puede ser: la automatización de las líneas de producción, pero a mi parecer uno de los más importantes, es mejorar el desempeño laboral, mediante estímulos como son mejores salarios, mejores y más prestaciones, jornadas más limitadas de tiempo, mayores periodos de vacaciones y descansos, correcto balance vida-trabajo, correcta alimentación, buen ambiente laboral, capacitación, etc.

La responsabilidad para implementar estas medidas es compartida entre el gobierno y el sector empresarial, y así lograr ese crecimiento y bienestar que queremos para nuestro México.


Como hemos comentado en anteriores columnas, la manera de mejorar el bienestar de la población es mediante el incremento de la riqueza nacional, generando mejores ingresos de los trabajadores. Existe una relación directa entre el bienestar de la población y el crecimiento económico de un país. El crecimiento lo podemos definir como el aumento de la producción, es decir, de la cantidad de bienes y servicios que se producen durante un periodo determinado de tiempo, y que generalmente lo medimos como el Producto Interno Bruto (PIB).

Desde el 2005, el PIB de México creció a una tasa promedio anual de alrededor del 2%, lo cual es insuficiente para mejorar el bienestar de las familias mexicanas. Los niveles de pobreza son prácticamente los mismos desde hace más de 20 años.

El crecimiento económico, está determinado por la producción y sus factores: la inversión, el capital humano, y la productividad.

Una de las causas principales del bajo crecimiento de México es la baja productividad.

De acuerdo a las mediciones del INEGI, la productividad es la relación entre la producción total de bienes y servicios, tanto de una empresa como de un país, y las cantidades totales de factores de la producción utilizados para ello.

Por lo tanto, más productividad se traduce en producir más con iguales o menores recursos disponibles.

Por desgracia, en México durante el 2020, los factores de la producción registraron un descenso del 3.6% con respecto a 2019. Y en estos dos años continúan este descenso.

En nuestro país, la productividad en horas trabajadas contra bienes producidos, es baja, y no por que se trabaje poco, de hecho, México es el país de la OCDE en donde, en promedio, se dedican más horas al trabajo. Datos de 2019 muestran que un trabajador labora en promedio, 2,137 horas al año; mientras que los países de la OCDE tienen en promedio 1,730 horas. Es decir, en México se trabaja 23% más horas, sin embargo, comparado con otros países, se producen menos bienes. Trabajar más horas no significa necesariamente ser más productivos.

¿Cómo podemos empezar a incrementar esta productividad? Hay muchos factores, como puede ser: la automatización de las líneas de producción, pero a mi parecer uno de los más importantes, es mejorar el desempeño laboral, mediante estímulos como son mejores salarios, mejores y más prestaciones, jornadas más limitadas de tiempo, mayores periodos de vacaciones y descansos, correcto balance vida-trabajo, correcta alimentación, buen ambiente laboral, capacitación, etc.

La responsabilidad para implementar estas medidas es compartida entre el gobierno y el sector empresarial, y así lograr ese crecimiento y bienestar que queremos para nuestro México.