Con motivo del 109 aniversario del natalicio de Gabriel Vargas Bernal, tulancinguense que destacó a nivel nacional gracias a su habilidad para la ilustración, historieta y hasta sátira social, se inauguró una exhibición en el Museo del Ferrocarril dedicada a su obra, volviéndose así en la primera muestra permanente de su trabajo en su tierra natal.
Bajo el marco del programa festivo por el 40 Aniversario Luctuoso de El Santo, hecho que coincide con el día de cumpleaños de don Gabriel, el titular de la jefatura de Museos de Tulancingo, el maestro Felipe Carrillo Montiel, precisó que desde siempre había sido un deseo contar con un espacio de esta índole en el corredor cultural. Y es que el creador de “La Familia Burrón” no solo cautivó con las historias de esta peculiar familia, también dotó de identidad gráfica a la Ciudad México en su época moderna. Tal fue su impacto, que se publicó por 60 años de forma ininterrumpida en varios diarios de gran tiraje nacional, incluyendo por supuesto a El Sol de México.
“Aquí en los museos nos preguntaban mucho porqué no hay un espacio dedicado a Gabriel Vargas, ahora contaremos con esta exposición”, mencionó Carrillo previo al corte de listón. Entre las obras que integran esta nueva exhibición, misma que ya puede verse en un ala del Museo del Ferrocarril, encontramos una serie de tiras cómicas dibujadas por Vargas, tales como Pepín, El Caballero Rojo, El Rey del Hampa y Virola Piolita, además de La Familia Burrón.
Sobre esta última, se muestra además un documental en dicha sala, en el que se cuenta cómo fue el origen de esta particular familia llena de sátira y crítica a la sociedad mexicana, así como una representación de cada uno de los miembros de los Burrón en esculturas luminosas ideales para crecer nuestro feed de Instagram: don Regino Burrón, Borola Tacuche de Burrón, Macuca Burrón Tacuche, Regino Burrón Tacuche, Fóforo Cantarranas y la mascota de la familia, el perrito Wilson.
Junto con el mural que se encuentra en la extensión de la cafetería El Vagón, la exhibición se integra a la memoria iconográfica de Gabriel Vargas. De hecho, como invitados especiales a la inauguración, acudieron estudiantes de una escuela secundaria tulancinguense que lleva su nombre.
