Hombres, mujeres, niñas, niños e incluso mascotas visitan este último día del año a sus seres queridos que yacen en el panteón municipal de Tulancingo, San Miguel.
El Sol de Tulancingo visitó este camposanto y constató que la afluencia de visitantes es constante y considerable, pues el estacionamiento y calles aledañas lucen repletas de autos.
Los vendedores de flores que están fuera del sitio muestran buen ánimo pues la afluencia de personas se ve reflejada en sus ventas.
Dentro del panteón, algunas de las tumbas lucen repletas de flores, juguetes, e incluso algunas bebidas como ofrenda a sus seres queridos.
También, en distintas partes del panteón se pueden observar a familias completas alrededor de la tumba de sus seres queridos, limpiando, conviviendo e incluso cantando alguna melodía.
En contraste, también hay algunas tumbas que lucen en abandono, pues no sólo se nota la falta de flores, sino también el paso del tiempo.