/ lunes 13 de mayo de 2024

Cuelgas de Acaxochitlán, pan para celebrar y honrar 

Este es solo uno de los 110 tipos de bizcochos que se elaboran de forma artesanal en este nuevo Pueblo Mágico de Hidalgo

Es amplio el abanico de opciones golosas que encontramos en Acaxochitlán, pero sin lugar a dudas uno de sus más representativos, incluso a nivel internacional, es la variada lista que ofrecen en cuanto a panes artesanales, pues son al menos 110 distintas piezas las que persisten en la región.

Como la cuelga, que desde antaño sirve para celebrar cumpleaños y hazañas, pues es ideal para compartir.

Como es sabido, la palabra “cuelga” es un término popular para llamarle al regalo que le damos a alguien en el día de su cumpleaños, sin embargo, en Acaxochitlán el término poco a poco se destinó a la pieza de pan en cuestión, pues se acostumbraba a visitar al cumpleañero, llevarle un presente como “cuelga” y además el referido bizcocho, que servía como pastel.

De gran tamaño, ya sea en forma de media luna, circular o rectangular, la cuelga es un pan elaborado al calor del horno de leña, lo que le dota de una crujiente cubierta azucarada que se mezclará en nuestro paladar con toques de canela. Además, este manjar de la Otomí-Tepehua va relleno con queso para subir aún más la ingesta calórica del día, pero como dicen: un día al año, no hace daño.

La cuelga se conoce por ser una pieza de pan casi exclusiva de los festejos. La tradición marca que se obsequie en los cumpleaños, para lo que puede escribirse un mensaje en la parte superior e incluso hacerle un dibujo, ya dependerá de la creatividad del panadero.

En Acaxochitlán hay locales dedicados a este alimento hasta con 88 años de historia, y elaboran piezas que se recubren por ejemplo, con el rostro del Señor del Colateral, imagen religiosa de mayor devoción en el Pueblo Mágico; escudos de equipos de fútbol o hasta logotipos de organizaciones civiles o políticas.

En tiempos recientes esa exclusividad cumpleañera se ha abierto a más ocasiones, por ejemplo, suelen regalar en aniversarios, eventos sociales o políticos y hasta pueden ser un pan de luto. La renovada idea apunta a que la cuelga es el pan que refiere al honor, respeto y júbilo, así como a la cálida hospitalidad de los acaxochitecos.

Es amplio el abanico de opciones golosas que encontramos en Acaxochitlán, pero sin lugar a dudas uno de sus más representativos, incluso a nivel internacional, es la variada lista que ofrecen en cuanto a panes artesanales, pues son al menos 110 distintas piezas las que persisten en la región.

Como la cuelga, que desde antaño sirve para celebrar cumpleaños y hazañas, pues es ideal para compartir.

Como es sabido, la palabra “cuelga” es un término popular para llamarle al regalo que le damos a alguien en el día de su cumpleaños, sin embargo, en Acaxochitlán el término poco a poco se destinó a la pieza de pan en cuestión, pues se acostumbraba a visitar al cumpleañero, llevarle un presente como “cuelga” y además el referido bizcocho, que servía como pastel.

De gran tamaño, ya sea en forma de media luna, circular o rectangular, la cuelga es un pan elaborado al calor del horno de leña, lo que le dota de una crujiente cubierta azucarada que se mezclará en nuestro paladar con toques de canela. Además, este manjar de la Otomí-Tepehua va relleno con queso para subir aún más la ingesta calórica del día, pero como dicen: un día al año, no hace daño.

La cuelga se conoce por ser una pieza de pan casi exclusiva de los festejos. La tradición marca que se obsequie en los cumpleaños, para lo que puede escribirse un mensaje en la parte superior e incluso hacerle un dibujo, ya dependerá de la creatividad del panadero.

En Acaxochitlán hay locales dedicados a este alimento hasta con 88 años de historia, y elaboran piezas que se recubren por ejemplo, con el rostro del Señor del Colateral, imagen religiosa de mayor devoción en el Pueblo Mágico; escudos de equipos de fútbol o hasta logotipos de organizaciones civiles o políticas.

En tiempos recientes esa exclusividad cumpleañera se ha abierto a más ocasiones, por ejemplo, suelen regalar en aniversarios, eventos sociales o políticos y hasta pueden ser un pan de luto. La renovada idea apunta a que la cuelga es el pan que refiere al honor, respeto y júbilo, así como a la cálida hospitalidad de los acaxochitecos.

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