/ jueves 12 de marzo de 2020

Principios del gasto público y efectos en la economía

ACERVO


El gasto público es una herramienta de política fiscal que genera efectos sobre la actividad económica. Uno de esos efectos es la mitigación de las fluctuaciones de la actividad económica, las cuales son irregulares e impredecibles. Cuando el Producto Interno Bruto (PIB) real crece, la situación económica es buena en general, las empresas incrementan ventas, generan empleos y por tanto, los beneficios para la sociedad en su conjunto aumentan.

Por el contrario, cuando el PIB real disminuye, se pueden presentar las recesiones económicas, la economía no crece, las empresas padecen diversos problemas, la tasa de desempleo aumenta y las obligaciones de pago empiezan a mostrar impuntualidades. A estas fluctuaciones de la economía suelen llamarse ciclo económico.

Otro efecto del gasto público es el llamado efecto “crowding out” o efecto de expulsión o de desplazamiento. Aquí se da la situación en la que la deuda pública desvía la inversión del sector privado. Los inversionistas prefieren invertir su dinero en deuda pública que “inyectarlo” a la inversión directa por el atractivo de recibir un mayor rendimiento.

Ahora bien, el Gasto Público no es otra cosa que las erogaciones por concepto de:

1.- Pago de gasto corriente (lo que tiene que pagar y gastar el gobierno para funcionar como gobierno, es decir pago de nóminas y gastos de operación);

2.- Pagos de pasivo de la deuda pública (Pago de intereses a los acreedores nacionales e internacionales);

3.- Inversión física en obras o infraestructura (El dinero que prevé el Presupuesto de Egresos de la Federación para infraestructura) y

4.Inversión financiera y pagos por responsabilidad patrimonial que realizan los ejecutores de gasto y que consiste en invertir los excedentes de efectivo o disponibilidad financiera en la adquisición de valores gubernamentales en el mercado de dinero para que el dinero no permanezca improductivo y genere rendimientos o productos.

De esos conceptos, el que genera un efecto positivo en la macroeconomía (economía del país) pero se refleja en la microeconomía (empresas y familias) es el gasto público en infraestructura por que ofrece oportunidad de mayor crecimiento de la productividad.

En Hidalgo estamos viendo el esfuerzo sostenido en materia de política económica que considera la ejecución de los programas y presupuestos de las dependencias y entidades, precisamente con la inversión en infraestructura, ya sea en obras nuevas o en obras de conservación o de recuperación. Esto es bueno, pero debe hacerse en todo el país para generar el ciclo económico virtuoso. No es ejercer el presupuesto únicamente en gasto corriente o en gasto social.

Un ejercicio razonado y razonable es ejercer puntualmente el presupuesto autorizado en inversión pública en la proyección y ejecución de obras; con eficacia en la aplicación de los recursos para lograr el ejercicio fiscal, así como los objetivos y las metas programadas en tiempo y forma.

La forma de medir esta eficacia está en la relación sobre las variables económicas como las tasas de crecimiento, de interés, de inflación, balanza de pagos, balanza comercial, generación de empleos, comportamiento del PIB, medición de pobreza, estabilidad política, entre otros valores que agregan potencial a un país, esfuerzo al que estamos comprometidos.

ACERVO


El gasto público es una herramienta de política fiscal que genera efectos sobre la actividad económica. Uno de esos efectos es la mitigación de las fluctuaciones de la actividad económica, las cuales son irregulares e impredecibles. Cuando el Producto Interno Bruto (PIB) real crece, la situación económica es buena en general, las empresas incrementan ventas, generan empleos y por tanto, los beneficios para la sociedad en su conjunto aumentan.

Por el contrario, cuando el PIB real disminuye, se pueden presentar las recesiones económicas, la economía no crece, las empresas padecen diversos problemas, la tasa de desempleo aumenta y las obligaciones de pago empiezan a mostrar impuntualidades. A estas fluctuaciones de la economía suelen llamarse ciclo económico.

Otro efecto del gasto público es el llamado efecto “crowding out” o efecto de expulsión o de desplazamiento. Aquí se da la situación en la que la deuda pública desvía la inversión del sector privado. Los inversionistas prefieren invertir su dinero en deuda pública que “inyectarlo” a la inversión directa por el atractivo de recibir un mayor rendimiento.

Ahora bien, el Gasto Público no es otra cosa que las erogaciones por concepto de:

1.- Pago de gasto corriente (lo que tiene que pagar y gastar el gobierno para funcionar como gobierno, es decir pago de nóminas y gastos de operación);

2.- Pagos de pasivo de la deuda pública (Pago de intereses a los acreedores nacionales e internacionales);

3.- Inversión física en obras o infraestructura (El dinero que prevé el Presupuesto de Egresos de la Federación para infraestructura) y

4.Inversión financiera y pagos por responsabilidad patrimonial que realizan los ejecutores de gasto y que consiste en invertir los excedentes de efectivo o disponibilidad financiera en la adquisición de valores gubernamentales en el mercado de dinero para que el dinero no permanezca improductivo y genere rendimientos o productos.

De esos conceptos, el que genera un efecto positivo en la macroeconomía (economía del país) pero se refleja en la microeconomía (empresas y familias) es el gasto público en infraestructura por que ofrece oportunidad de mayor crecimiento de la productividad.

En Hidalgo estamos viendo el esfuerzo sostenido en materia de política económica que considera la ejecución de los programas y presupuestos de las dependencias y entidades, precisamente con la inversión en infraestructura, ya sea en obras nuevas o en obras de conservación o de recuperación. Esto es bueno, pero debe hacerse en todo el país para generar el ciclo económico virtuoso. No es ejercer el presupuesto únicamente en gasto corriente o en gasto social.

Un ejercicio razonado y razonable es ejercer puntualmente el presupuesto autorizado en inversión pública en la proyección y ejecución de obras; con eficacia en la aplicación de los recursos para lograr el ejercicio fiscal, así como los objetivos y las metas programadas en tiempo y forma.

La forma de medir esta eficacia está en la relación sobre las variables económicas como las tasas de crecimiento, de interés, de inflación, balanza de pagos, balanza comercial, generación de empleos, comportamiento del PIB, medición de pobreza, estabilidad política, entre otros valores que agregan potencial a un país, esfuerzo al que estamos comprometidos.