Casi mil “Niños Dios” se visten a lo largo de la temporada decembrina y durante enero, así lo confirmaron comerciantes del Mercado Municipal de Tulancingo. Precisaron que aunque el auge de esta tradición es en enero en fechas previas al Día de la Candelaria, desde que empezó el mes corriente las personas llegan con una o varias figuras para comprarles su atuendo festivo.
En entrevista, Eloina Hernández quien lleva cerca de 20 años vendiendo los elementos necesarios para preservar la tradición, comentó que maneja roponcitos de hasta ocho tamaños distintos, pues hay figuras de apenas cuatro centímetros y hasta los 30; esta semana y en vísperas del Día de la Vírgen de Guadalupe, hay quienes acuden a ella para ponerles la indumentaria del clásico "indito".
Aunque la vestimenta más representativa es un "roponcito" blanco similar al de los infantes cuando se bautizan, hay otros favoritos de la gente que recuerdan a otros santos: el Señor de la Misericordia, el Sagrado Corazón de Jesús, el niñito de "Atocha", por mencionar algunos.
Igualmente, dijo que se pueden vestir de profesiones u oficios como el ya emblemático "doctor" (mejor conocido como De la Salud), bombero, policía, carpintero, entre otros. Sin embargo, hay feligreses más atrevidos que piden atuendos de futbolista, abogado o hasta soldado, estos últimos difíciles de conseguir y en ocasiones incómodos para los sacerdotes, quienes de acuerdo con la comerciante, insisten en preservar la imagen del hijo de Dios y no compararlo o "disfrazarlo" de otros santos.
En el famoso "Pasaje López", al interior del mercado municipal de esta ciudad, son cerca de quince establecimientos los que ofrecen este servicio, entre fabricantes y vendedores quienes también distribuyen trajes de indígena de cara a la celebración guadalupana. No obstante, esta tradición va en declive mientras más pasan los años, comentaron.