A sus 14 años, Rocío Valentín Calixto aprendió de su madre a bordar el pepenado, una técnica de la comunidad de Santa Mónica, municipio de Tenango de Doria, que es poco conocida y se siente orgullosa de resguardar la memoria de sus ancestros y de mantener viva esta tradición.
Sentada en una pequeña silla de madera y bajo los rayos del sol, esta artesana indígena, relató que su trabajo recrea las memorias de su pueblo y las transmite degeneración en generación. Creció con el arte en su familia, a sus 14 años su madre Ausencia Calixto Mendoza, la instruyó abordar el pepenado, que se caracteriza por el dedicado trabajo que requiere.
Su madre le heredó esta técnica prehispánica cargada de misticismo, quien le decía que tenía que saber bordar porque con ello podría ganar algo de dinero.
Tela, hilo, aguja y una copia de diferentes figuras y animales, es lo que utiliza para crear el pepenado, una técnica diferente a lo que es el Tenango, que también sabe bordar. Para crear el bordado de pepenado llega a tardar un mes y lo más difícil, dijo que son las mangas, porque es lo más ancho.
Cuenta que solo hacen blusas porque no tienen en donde vender sus costuras, incluso comentó que actualmente llevan su trabajo a otras mujeres del pueblo, quienes las venden en San Pablito.
La blusa de pepenado de colores la venden desde cinco mil hasta en seis mil500 pesos, pero ella solo diseña el bordado, “hay señoras que solo a eso se dedican armar las blusas”.
Para el bordado, dijo que tienen que contar, “hay animalitos que llevan tres puntitos dependiendo”.
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Para preservar el bordado, comparte que le ha enseñado la técnica a su hija, “tiene que aprender porque a veces no hay trabajo, tienen que agarrar algo para comer, tan siquiera para comer gana uno de eso”.
Hoy 19 de marzo se conmemora el Día Internacional del Artesano, con el objetivo de exaltar el talento creatividad e imaginación de los artesanos.