Delicado pero estable, es el estado de salud del policía que fue baleado el pasado domingo 25 de febrero, en cumplimiento de su deber, en Tulancingo. Aún permanece en el Hospital General de Tulancingo (HGT).
Según información de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Tulancingo, el oficial ya está apto para recibir visitas, pero aún se desconoce la fecha en que podría ser dado de alta y continuar con su actividad como policía.
Agresión contra policías en Tulancingo
Al día siguiente, el lunes, las tres personas que agredieron a cuatro policías de Tulancingo, fueron detenidas y puestas a disposición del Ministerio Público, relacionadas con la debida carpeta de investigación.
Fue durante la madrugada del domingo pasado cuando, por medio de la central de radio, agentes estatales recibieron la alerta sobre la agresión que sufrió personal de la Policía Municipal por parte de personas armadas, durante la cual dos elementos resultaron lesionados por arma de fuego y dos más por lesiones físicas.
Activaron los protocolos para la ubicación y localización de los sospechosos, tras lo cual aseguraron a un hombre, quien viajaba a bordo de una camioneta Lincoln, color blanco, con placas de la Ciudad de México, en la que supuestamente habían huido los agresores, sobre una calle de la colonia Jorge Berganza.
Decomisan armas y drogas a los agresores
Durante la revisión fue hallada un arma corta 9 milímetros y un cargador para arma corta, ambos abastecidos, así como dos chalecos balísticos, y cuatro cargadores para arma larga.
Una segunda detención ocurrió en la colonia Las Américas, del mismo municipio donde cayeron dos sujetos que viajaban en una camioneta Blazer color blanco, sin placas de circulación y en posesión de cinco armas de fuego de las cuales, tres pertenecían a los agentes agredidos.
Además, les decomisaron 93 cartuchos útiles, diversas dosis de hierba seca con características propias de la marihuana y de droga sintética.
En tanto, los uniformados explicaron que, tras ver que el oficial cayó herido de su vehículo, los presuntos artífices huyeron y abandonaron su camioneta en un terreno baldío. Se llevaron sus armas, excepto una, además de que en la unidad también dejaron chalecos antibalas con rótulos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y cargadores con cartuchos.
Para la salvaguarda de la escena y realizar un recorrido para encontrar a los presuntos agresores, llegaron elementos del Ejército, de la Guardia Nacional y de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH).