Nacido en Villa Juárez, don Enemorio Ventura lleva al menos siete años distribuyendo sus artesanías en los distintos Pueblos Mágicos de la región. Según contó, su travesía comenzó desde que tenía 16 años cuando realizó sus primeros trabajos en ramas de café y en huesos de venado. Piezas como estas ahora las exhibe en una mesa que presentó durante la Expo Quetzalcoátl, pero también muchas otras como collares de piedras de río, lapiceros decorados con figuras hechas de plastilina epóxica, aretes, etcétera.
“Hago mil tipos de artesanías, vendo por mayoreo. Yo y mis hijos e hijas trabajamos en esto. Siempre me ha gustado labrar la madera, encontrarle la forma a las raíces de diferentes plantas. Empecé usando raíz de café para hacer lámparas, se me vendieron bien y de ahí trabajé con eso muchos años, pero ahora hago diferentes trabajos con cuarzo, piedra, madera, conchas, corales, lo que me vaya encontrando.”, mencionó el artesano.
Y es que dada la versatilidad de los materiales que ocupa, así como la rapidez para trabajar adquirida a través de los años, le permite a él y a su familia elaborar hasta quinientas piezas diferentes por semana, todas y cada una elaborada manualmente. Es así que ahora se consolida como uno de los pocos artesanos mayoristas de la región. Don Enemorio recorre así los pueblos de Huasca, Real del Monte, Zacatlán, Omitlán, entre otros, para ofrecer en museos, hoteles o destinos turísticos su amplio catálogo. En Huasca, por ejemplo, lo que más vende son lapiceros con forma de duende.
Aunque reconoció que en exposiciones minoristas las ventas no son tan buenas, él corre con suerte para distribuir a mayoreo. Tan solo en la temporada decembrina, vendió varios millares de sus trabajos. Este oficio, que pudo aprender a través de la experimentación en materiales y herramientas, ya la compartió también con sus nietos de apenas ocho años. En la era digital que impera, se vale del uso de redes sociales para llegar a mayores mercados.
“Es cuestión de torearse”, dice al respecto de la venta en exposiciones artesanales, aunque así como otros expositores en señalado encuentro, dijeron que hay poca apertura por parte del gobierno municipal para dejar que se instalen en el jardín La Floresta, espacio con mayor afluencia.
“Aquí pasa poca gente, y en el jardín no nos dejan ponernos. Al parecer ya hay acuerdos con otros grupos y por eso no nos dejan pese a que recurrentemente solicitamos apoyo.”, expresaron.