Tras 25 años de ser el presbítero de la parroquia de San Antonio Singuilucan, fue relevado el padre Gaudencio Domínguez y se dio la bienvenida al padre Erasmo Dorantes.
Fue en una misa celebrada por el arzobispo de la arquidiócesis de Tulancingo, Domingo Díaz Martínez, en donde se hizo la entrega recepción de las llaves de la parroquia, el campanario, la pila bautismal y la misma parroquia al nuevo padre del municipio.
Gaudencio Domínguez, quien fue el párroco por 25 años seguidos, dijo en su mensaje que, agradeció el cariño y el trabajo de la población del municipio para trabajar bajo la mano de Dios, y dejó su encomienda de la fé a su sucesor, el padre Erasmo Dorantes.
“Extendemos un sincero agradecimiento al Pbro. Gaudencio Dominguez Herrera por sus 25 años de dedicado servicio en la parroquia de San Antonio Singuilucan. Su compromiso y labor han dejado una huella invaluable en el municipio. Que siga bendiciendo con su sabiduría y amor espiritual por muchos años más”, expresó el presidente municipal.
Durante la misa que duró cerca de dos horas, la parroquia estuvo completamente llena, como símbolo de agradecimiento y apreció por los tantos años de trabajo del padre.
Por su parte, el arzobispo de la arquidiócesis de Tulancingo, Domingo Diaz, agradeció el trabajo realizado por el padre recién jubilado y pidió a los creyentes que apoyarán con el diezmo para atender la salud del padre Gaudencio, sin especificar el tipo de enfermedad que lo obligó a retirarse de la parroquia.