Con sombrillas, gorras, sombreros y banquitos para aguantar las largas horas en la fila, fue que esperaron adultos de la tercera edad y sus familiares para cobrar su pensión universal en el Banco del Bienestar de Tulancingo. Y es que para este miércoles 15 de noviembre, la cola no solo se extendió por la avenida Juárez, sino que daba vuelta sobre Zaragoza casi esquina con el Callejón de San Vicente, en pleno centro de la ciudad.
Según comentaron algunas de las personas que se encontraban formadas, urge la apertura de una segunda sucursal del Banco en esta ciudad, pues además de que la espera en fila es en promedio de dos horas, el dinero se termina temprano.
“Yo llegué desde las siete de la mañana, a esa hora porque luego se termina el dinero. Nos dicen que hay un orden, pero hay gente que no viene cuando le toca su letra y entonces llegan desfasados, por eso se junta mucho la gente”, comentó don Miguel Rubio.
Aunque en la mencionada fila la gran mayoría de personas eran de la tercera edad, también había madres de familia y algunos en silla de ruedas, toda vez que este día se depositaron además de la pensión de adultos mayores, pagos de la pensión de las personas con discapacidad; del Programa para el Bienestar de Niños y Niñas, Hijos de Madres Trabajadoras.
Con respecto a la sucursal del Banco del Bienestar que está en la Presidencia Municipal, la instalación ya se terminó, pero no ha sido inaugurada y no se tiene aún fecha para su apertura. En la región del Valle de Tulancingo también hay sucursal en Cuautepec y este jueves se inaugura otra en la localidad de 28 de Mayo en Acatlán, por lo que habitantes de la demarcación quesera ya no tendrán que desplazarse hasta Tulancingo para el cobro de sus apoyos.