Pese a la construcción de la barda en el atrio de la iglesia La Asunción con el objetivo de desalojar a ambulantes, éstos encontraron una solución: se colocaron alrededor de dichas barreras, interrumpiendo el paso peatonal.
“Ahora nos tenemos que bajar a la calle para rodear el atrio y los coche pasan muy cerca, en cualquier momento puede ocurrir un accidente, porque es un paso para el mercado Primero de Mayo o Benito Juárez, así como a los demás comercios de la zona”, expresó Viridiana Montes, ama de casa y frecuente clienta del Primero de Mayo.
Indicó que no está en contra de que haya comercio ambulante, pero sí de que no haya un orden, “cada vez invaden más y parece que son dueños de las banquetas y también de las calles, pues ya no hay por donde pasar, solo por orillas con riesgo de un atropellamiento”.
Carlos Valdespino, comerciante formal de ropa, culpó a la presidencia municipal de Pachuca por permitir la instalación de ambulantes, “ni siquiera son personas que tengan sus propios puestos, son empleados de los líderes que quieren abarcar todo el Centro y no les importa a quienes perjudican”.
Agregó que el atrio ya está protegido, pero las calles no, “es una lástima que no haya un ordenamiento y, que además, causan conflictos que puede detonar en un grave problema”.
Durante un recorrido realizado por la reportera, se observó que alrededor del atrio ya protegido hay alrededor de 15 puestos que venden cualquier tipo de mercancía, incluso imágenes religiosas y los puestos no solo invaden alrededor de la barda, también comienza a extenderse hacia el costado de la iglesia.
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La construcción de las paredes inició el pasado 26 de agosto y, de acuerdo a trabajadores de la obra, prevén concluir antes del 12 de diciembre, celebración de la Virgen María.
El atrio de la iglesia La Asunción estuvo ocupado por ambulantes cerca de 20 años, según encargados de la oficina parroquial.
