/ jueves 11 de enero de 2024

¿Por qué es importante EVALUAR a los entes públicos?

Como ya he mencionado en columnas anteriores, el 2024 es un año electoral en nuestro país, por lo que nuestro estado y sus municipios no escapan de ello y su efervescencia política, pero, aquí es importante reflexionar sobre las personas que encabezaran las planillas y de quienes las conformen en el caso de las candidaturas municipales, lo anterior, porque seguramente veremos en ellas a más de algún ex servidor público.

Y es que se ha “normalizado” que las personas en el servicio público utilicen los encargos como trampolines o plataformas políticas, sin terminar el encargo para el que fueron electos o designados, y esto es importante comentar, porque la administración pública tiene metodologías que permiten la evaluación del desempeño de esos encargos, para los cuales la mayoría recibe un salario muy superior al resto de la población.

Por ejemplo, ¿cómo evaluar al congreso local?; primero, es importante mencionar que las actividades legislativas se derivan de una democracia representativa, es decir, elegimos personas que representen nuestros intereses en las propuestas, análisis, debate, aprobación y emisión de las normas que organizan y dan funcionamiento a los entes públicos, asimismo, que regulan la convivencia social y controlan el ejercicio del poder público.

Por lo que la llamada “Productividad legislativa” no puede ser parámetro para ello, es decir, una persona servidora publica del poder legislativo, no es mas productiva solo porque presente mas iniciativas, si no, más bien, podríamos generar el indicador de responsabilidad e interpretación social, que significa que esa persona legisladora tenga la capacidad de traducir las necesidades sociales en disposiciones legales que busquen el bien común.

Ahora, que si se trata de alguna persona servidora pública que ha desempeñado cualquier encargo en el poder ejecutivo, la cosa es más fácil, pues basta con analizar los resultados obtenidos frente a lo mínimo que requiere el encargo que desempeñó, seguramente de las personas que veremos buscando un nuevo cargo, la mayoría no llegaron ni a lo mínimo que esperábamos de ellos.

Y es que el discurso de que es culpa de los gobiernos anteriores comienza a diluirse frente a las necesidades sociales y amenaza con revelar la incapacidad política y administrativa con la que se manejan, por ello, es importante que como ciudadanos nos mantengamos informados, dialoguemos y lo más relevante, no caigamos en fanatismos políticos, pues a la hora de gobernar la única que se desilusiona y lo padece es la ciudadanía.

Por tanto, les invito a seguir los estudios de evaluación que este año realizará el Observatorio Ciudadano de Gobierno, Democracia y Legalidad del Estado de Hidalgo AC recordándoles que pueden escribirnos al 771-156-5870 o en coordinacion@observatoriohidalgo.org y visitar nuestra página web: https://www.observatoriohidalgo.org/


Como ya he mencionado en columnas anteriores, el 2024 es un año electoral en nuestro país, por lo que nuestro estado y sus municipios no escapan de ello y su efervescencia política, pero, aquí es importante reflexionar sobre las personas que encabezaran las planillas y de quienes las conformen en el caso de las candidaturas municipales, lo anterior, porque seguramente veremos en ellas a más de algún ex servidor público.

Y es que se ha “normalizado” que las personas en el servicio público utilicen los encargos como trampolines o plataformas políticas, sin terminar el encargo para el que fueron electos o designados, y esto es importante comentar, porque la administración pública tiene metodologías que permiten la evaluación del desempeño de esos encargos, para los cuales la mayoría recibe un salario muy superior al resto de la población.

Por ejemplo, ¿cómo evaluar al congreso local?; primero, es importante mencionar que las actividades legislativas se derivan de una democracia representativa, es decir, elegimos personas que representen nuestros intereses en las propuestas, análisis, debate, aprobación y emisión de las normas que organizan y dan funcionamiento a los entes públicos, asimismo, que regulan la convivencia social y controlan el ejercicio del poder público.

Por lo que la llamada “Productividad legislativa” no puede ser parámetro para ello, es decir, una persona servidora publica del poder legislativo, no es mas productiva solo porque presente mas iniciativas, si no, más bien, podríamos generar el indicador de responsabilidad e interpretación social, que significa que esa persona legisladora tenga la capacidad de traducir las necesidades sociales en disposiciones legales que busquen el bien común.

Ahora, que si se trata de alguna persona servidora pública que ha desempeñado cualquier encargo en el poder ejecutivo, la cosa es más fácil, pues basta con analizar los resultados obtenidos frente a lo mínimo que requiere el encargo que desempeñó, seguramente de las personas que veremos buscando un nuevo cargo, la mayoría no llegaron ni a lo mínimo que esperábamos de ellos.

Y es que el discurso de que es culpa de los gobiernos anteriores comienza a diluirse frente a las necesidades sociales y amenaza con revelar la incapacidad política y administrativa con la que se manejan, por ello, es importante que como ciudadanos nos mantengamos informados, dialoguemos y lo más relevante, no caigamos en fanatismos políticos, pues a la hora de gobernar la única que se desilusiona y lo padece es la ciudadanía.

Por tanto, les invito a seguir los estudios de evaluación que este año realizará el Observatorio Ciudadano de Gobierno, Democracia y Legalidad del Estado de Hidalgo AC recordándoles que pueden escribirnos al 771-156-5870 o en coordinacion@observatoriohidalgo.org y visitar nuestra página web: https://www.observatoriohidalgo.org/