/ jueves 14 de diciembre de 2023

¿Para qué diablos sirven las Instituciones?

En los últimos meses muy probablemente hemos leído, escuchado, comentado o visto por televisión sobre la idea del Presidente Andrés Manuel de desaparecer o cuando menos, modificar los órganos de gobierno de instituciones autónomas bajo el argumento que no sirven para nada o duplican sus funciones respecto al gobierno, quizá comulguemos con algunas o todas estas ideas, sin embargo, es importante reflexionar sobre lo que de fondo implican para la gobernabilidad y sobre todo, para mantener la gobernanza en una sociedad cada vez más alejada de los temas públicos.

Por ello hoy, puntualizaremos algunas reflexiones en torno a este tema, comenzaremos preguntándonos ¿para qué diablos sirven las instituciones?, bien, comencemos con el INE, este organismo autónomo fue creado para dar certeza al derecho constitucionalmente reconocido de votar y ser votado, en el camino se han añadido instancias que tienen que ver con la fiscalización, sanción, resolución de controversias y calificación de los procesos electorales, y, si bien, existe la concepción social de que son órganos sumamente corruptos, ineficientes, parciales, también es cierto que la intromisión del gobierno no resuelve nada.

En otras palabras, la cuarta transformación, ha sentado su estrategia de gobierno en el control de la inversión, el desarrollo económico, la política económica y el estado de bienestar, por ello, podría explicarse la eliminación de los órganos y reguladores independientes, sin que esto signifique la automática integridad de las instituciones.

Por ejemplo, en nuestro estado, se viven actualmente cambios ideológicos en la política y los gobiernos y con ello, llegó la investigación de lo que todas y todos los Hidalguenses sabíamos y vivíamos, el saqueo impune por décadas de las arcas públicas, que fue llamado “Estafa siniestra” y cuyos brazos alcanzó incluso, a aquellos fundadores morenistas que pregonaban no mentir, no robar y no traicionar al pueblo.

Lo anterior significa que aún dentro de las filas de la cuarta transformación existen personajes que ascienden al servicio público para mentir, robar y traicionar al pueblo, claro ejemplo que la eliminación de las instituciones no garantiza la rescisión de la corrupción, y como el INE podemos citar muchos otros órganos como el INAI, IFT, COFECE, CRE…

Por tanto, no debemos olvidar que el gobierno es una construcción social para administrar nuestro dinero a cambio de servicios, es decir, pagamos por lo que el gobierno mal ofrece: salud, infraestructura, seguridad, educación, agua, luz, etc. Y tampoco olvidar que el “poder” que ostenta el servicio público solo es reconocido por el pueblo, sin el reconocimiento ciudadano, no tienen autoridad y que como lo ha dicho incansablemente el Presidente Andrés Manuel, en la democracia el pueblo manda.

Lo que significa que nuestra participación como ciudadanos informados es fundamental para encauzar buenos gobiernos, que lo público no debe sernos ajeno, la política no es una actividad exclusiva de ciertas familias, es un derecho humano, por lo que seamos actores activos de nuestra sociedad; si estás interesado en participar puedes unirte al Observatorio Ciudadano de Gobierno, Democracia y Legalidad del Estado de Hidalgo o puedes escribirnos al 771-480-9894 o en coordinacion@observatoriohidalgo.org y visitar nuestra página web: https://www.observatoriohidalgo.org/


En los últimos meses muy probablemente hemos leído, escuchado, comentado o visto por televisión sobre la idea del Presidente Andrés Manuel de desaparecer o cuando menos, modificar los órganos de gobierno de instituciones autónomas bajo el argumento que no sirven para nada o duplican sus funciones respecto al gobierno, quizá comulguemos con algunas o todas estas ideas, sin embargo, es importante reflexionar sobre lo que de fondo implican para la gobernabilidad y sobre todo, para mantener la gobernanza en una sociedad cada vez más alejada de los temas públicos.

Por ello hoy, puntualizaremos algunas reflexiones en torno a este tema, comenzaremos preguntándonos ¿para qué diablos sirven las instituciones?, bien, comencemos con el INE, este organismo autónomo fue creado para dar certeza al derecho constitucionalmente reconocido de votar y ser votado, en el camino se han añadido instancias que tienen que ver con la fiscalización, sanción, resolución de controversias y calificación de los procesos electorales, y, si bien, existe la concepción social de que son órganos sumamente corruptos, ineficientes, parciales, también es cierto que la intromisión del gobierno no resuelve nada.

En otras palabras, la cuarta transformación, ha sentado su estrategia de gobierno en el control de la inversión, el desarrollo económico, la política económica y el estado de bienestar, por ello, podría explicarse la eliminación de los órganos y reguladores independientes, sin que esto signifique la automática integridad de las instituciones.

Por ejemplo, en nuestro estado, se viven actualmente cambios ideológicos en la política y los gobiernos y con ello, llegó la investigación de lo que todas y todos los Hidalguenses sabíamos y vivíamos, el saqueo impune por décadas de las arcas públicas, que fue llamado “Estafa siniestra” y cuyos brazos alcanzó incluso, a aquellos fundadores morenistas que pregonaban no mentir, no robar y no traicionar al pueblo.

Lo anterior significa que aún dentro de las filas de la cuarta transformación existen personajes que ascienden al servicio público para mentir, robar y traicionar al pueblo, claro ejemplo que la eliminación de las instituciones no garantiza la rescisión de la corrupción, y como el INE podemos citar muchos otros órganos como el INAI, IFT, COFECE, CRE…

Por tanto, no debemos olvidar que el gobierno es una construcción social para administrar nuestro dinero a cambio de servicios, es decir, pagamos por lo que el gobierno mal ofrece: salud, infraestructura, seguridad, educación, agua, luz, etc. Y tampoco olvidar que el “poder” que ostenta el servicio público solo es reconocido por el pueblo, sin el reconocimiento ciudadano, no tienen autoridad y que como lo ha dicho incansablemente el Presidente Andrés Manuel, en la democracia el pueblo manda.

Lo que significa que nuestra participación como ciudadanos informados es fundamental para encauzar buenos gobiernos, que lo público no debe sernos ajeno, la política no es una actividad exclusiva de ciertas familias, es un derecho humano, por lo que seamos actores activos de nuestra sociedad; si estás interesado en participar puedes unirte al Observatorio Ciudadano de Gobierno, Democracia y Legalidad del Estado de Hidalgo o puedes escribirnos al 771-480-9894 o en coordinacion@observatoriohidalgo.org y visitar nuestra página web: https://www.observatoriohidalgo.org/