/ sábado 9 de marzo de 2019

La alimentación de la mujer lactante

La etapa de lactancia es sumamente importante en cuanto a la nutrición. Cuando una mujer está lactando sus necesidades nutricias se elevan más que en cualquier otro momento de la vida adulta, especialmente por la cantidad de energía que se requiere para producir la leche. Por ello deben ser cuidadosas con su alimentación para evitar problemas de salud como la pérdida de minerales en los huesos.

Respecto al aumento en el peso corporal durante el embarazo, una vez establecida la lactancia, se considera que entre los primeros cuatro a seis meses debe haber una disminución de 200 a 500 gramos por mes. Es importante que las madres logren un peso saludable ya que el exceso aumenta el riesgo de enfermedades crónico-degenerativas; mientras que un peso demasiado bajo incrementa el riesgo de infecciones, reduce el volumen de la leche y prolonga la ausencia del periodo menstrual. También se recomienda que realicen ejercicios sencillos como caminatas, además de no exceder el consumo de alimentos sumamente energéticos (altos en grasas saturadas y azúcares refinados).

ALIMENTACIÓN DE LA MADRE LACTANTE

Se considera que los requerimientos nutricios durante la lactancia son 25 por ciento más altos que en el embarazo; por tanto, durante ese periodo deben consumir 500 kilocalorías más de lo que se recomienda antes del embarazo. Sin embargo, no se requiere de una dieta diferente a la de la mujer adulta sana, excepto que la ingesta debe ser mayor, por ello debe procurar una alimentación correcta, ya que esta no solo tendrá efecto sobre su salud, sino también sobre la de su hijo. Así, una dieta saludable en los días posteriores al parto le ayudará a recuperarse del mismo y de la pérdida de sangre.

LA CANTIDAD PARA LA MUJER LACTANTE

Se recomienda que la mujer lactante consuma entre dos y tres porciones de productos lácteos al día, al menos tres frutas y de tres a cuatro raciones de verduras. La ración adicional debe contener alimentos de los diferentes grupos y sobre todo, fuentes de calcio, hierro y zinc. Al aumentar el aporte de energía en la dieta, también se debe incrementar el de líquidos por lo que deben consumirse mínimo dos vasos de líquido extra, esto es, se sugiere tomar entre 2.500 ml a 3.000 ml de agua simple diario.

La leche materna es el mejor alimento para el recién nacido, pues contiene sustancias que ninguna otra leche provee al bebé durante los primeros seis meses de edad. La lactancia exige que la madre mantenga una alimentación correcta para asegurar la calidad de la leche, así como su salud. Es importante que la madre tenga confianza en sí misma, pues el miedo a no poder alimentar correctamente al bebé hace que la producción de leche sea baja y, por tanto, decida abandonar la práctica de la lactancia. Recuerde que la producción de leche se estimula por la succión del bebé, de manera que serán sus requerimientos los que la regulen.

¡Baje de peso e inicie un nuevo estilo de vida!

La etapa de lactancia es sumamente importante en cuanto a la nutrición. Cuando una mujer está lactando sus necesidades nutricias se elevan más que en cualquier otro momento de la vida adulta, especialmente por la cantidad de energía que se requiere para producir la leche. Por ello deben ser cuidadosas con su alimentación para evitar problemas de salud como la pérdida de minerales en los huesos.

Respecto al aumento en el peso corporal durante el embarazo, una vez establecida la lactancia, se considera que entre los primeros cuatro a seis meses debe haber una disminución de 200 a 500 gramos por mes. Es importante que las madres logren un peso saludable ya que el exceso aumenta el riesgo de enfermedades crónico-degenerativas; mientras que un peso demasiado bajo incrementa el riesgo de infecciones, reduce el volumen de la leche y prolonga la ausencia del periodo menstrual. También se recomienda que realicen ejercicios sencillos como caminatas, además de no exceder el consumo de alimentos sumamente energéticos (altos en grasas saturadas y azúcares refinados).

ALIMENTACIÓN DE LA MADRE LACTANTE

Se considera que los requerimientos nutricios durante la lactancia son 25 por ciento más altos que en el embarazo; por tanto, durante ese periodo deben consumir 500 kilocalorías más de lo que se recomienda antes del embarazo. Sin embargo, no se requiere de una dieta diferente a la de la mujer adulta sana, excepto que la ingesta debe ser mayor, por ello debe procurar una alimentación correcta, ya que esta no solo tendrá efecto sobre su salud, sino también sobre la de su hijo. Así, una dieta saludable en los días posteriores al parto le ayudará a recuperarse del mismo y de la pérdida de sangre.

LA CANTIDAD PARA LA MUJER LACTANTE

Se recomienda que la mujer lactante consuma entre dos y tres porciones de productos lácteos al día, al menos tres frutas y de tres a cuatro raciones de verduras. La ración adicional debe contener alimentos de los diferentes grupos y sobre todo, fuentes de calcio, hierro y zinc. Al aumentar el aporte de energía en la dieta, también se debe incrementar el de líquidos por lo que deben consumirse mínimo dos vasos de líquido extra, esto es, se sugiere tomar entre 2.500 ml a 3.000 ml de agua simple diario.

La leche materna es el mejor alimento para el recién nacido, pues contiene sustancias que ninguna otra leche provee al bebé durante los primeros seis meses de edad. La lactancia exige que la madre mantenga una alimentación correcta para asegurar la calidad de la leche, así como su salud. Es importante que la madre tenga confianza en sí misma, pues el miedo a no poder alimentar correctamente al bebé hace que la producción de leche sea baja y, por tanto, decida abandonar la práctica de la lactancia. Recuerde que la producción de leche se estimula por la succión del bebé, de manera que serán sus requerimientos los que la regulen.

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