/ lunes 22 de abril de 2019

Economía circular en México: un modelo de producción del futuro

(Segunda parte)

Estimados lectores, en esta segunda entrega continuaremos con las implicaciones de la economía circular, es decir, de la propuesta que pretende cambiar el modo de producción del futuro y que representa una forma de interpretar la regla de las 3R: Reducir, Reutilizar y Reciclar, al utilizar las fases de extracción, procesamiento, utilización, reutilización, reciclaje; por ello es un planteamiento que va más allá del simple reciclaje.

Como lo expuse la semana anterior, a diferencia de la economía lineal “tomar, hacer, desechar”, la economía circular implica “reducir, reusar, reciclar y recobrar”; propone regenerar. Se plantea como un modelo transformador que lleve a las empresas y a los consumidores aun cambio en sus hábitos de compras y del cuidado del medio ambiente.

Implementar la economía circular representa un cambio de mentalidad y de grandes retos sociales, culturales y económicos que nos hace plantearnos la necesidad de que México esté preparado para aplicarla de manera efectiva.

En Hidalgo, desde el gobierno estatal implementamos la política pública denominada Cero Papel, la cual tiene como propósito el ahorro del papel, por medio del uso de tecnologías de la información y la comunicación, además de promover la cultura del reciclaje, entre otros puntos.

Cero Papel es un claro ejemplo de que en Hidalgo estamos sumados a esta visión de la economía circular, cuyo fin es alcanzar el desarrollo sustentable, el cual involucra mejorar la calidad medioambiental, la prosperidad económica y la equidad social, de la actual y de las futuras generaciones.

Para ello se debe impulsar y apoyar, desde los gobiernos locales, las acciones de fomento y desarrollo de una economía circular que aplique la responsabilidad compartida de todos los sectores, en la restauración y regeneración de los recursos naturales, así como el aprovechamiento sustentable a través de actividades productivas incluyentes y bajas en emisiones de carbono.

De esta forma la economía circular puede contribuir en la sustentabilidad ambiental y en el desarrollo de políticas públicas, haciendo una transformación más duradera, que reduzca el impacto provocado por las actividades humanas sobre el medio ambiente, para con ello legarles un mejor futuro a las generaciones venideras. El reto no es menor, pero tenemos la obligación moral de afrontarlo a favor de las nuevas generaciones y es importante comprender que el tiempo apremia.

(Segunda parte)

Estimados lectores, en esta segunda entrega continuaremos con las implicaciones de la economía circular, es decir, de la propuesta que pretende cambiar el modo de producción del futuro y que representa una forma de interpretar la regla de las 3R: Reducir, Reutilizar y Reciclar, al utilizar las fases de extracción, procesamiento, utilización, reutilización, reciclaje; por ello es un planteamiento que va más allá del simple reciclaje.

Como lo expuse la semana anterior, a diferencia de la economía lineal “tomar, hacer, desechar”, la economía circular implica “reducir, reusar, reciclar y recobrar”; propone regenerar. Se plantea como un modelo transformador que lleve a las empresas y a los consumidores aun cambio en sus hábitos de compras y del cuidado del medio ambiente.

Implementar la economía circular representa un cambio de mentalidad y de grandes retos sociales, culturales y económicos que nos hace plantearnos la necesidad de que México esté preparado para aplicarla de manera efectiva.

En Hidalgo, desde el gobierno estatal implementamos la política pública denominada Cero Papel, la cual tiene como propósito el ahorro del papel, por medio del uso de tecnologías de la información y la comunicación, además de promover la cultura del reciclaje, entre otros puntos.

Cero Papel es un claro ejemplo de que en Hidalgo estamos sumados a esta visión de la economía circular, cuyo fin es alcanzar el desarrollo sustentable, el cual involucra mejorar la calidad medioambiental, la prosperidad económica y la equidad social, de la actual y de las futuras generaciones.

Para ello se debe impulsar y apoyar, desde los gobiernos locales, las acciones de fomento y desarrollo de una economía circular que aplique la responsabilidad compartida de todos los sectores, en la restauración y regeneración de los recursos naturales, así como el aprovechamiento sustentable a través de actividades productivas incluyentes y bajas en emisiones de carbono.

De esta forma la economía circular puede contribuir en la sustentabilidad ambiental y en el desarrollo de políticas públicas, haciendo una transformación más duradera, que reduzca el impacto provocado por las actividades humanas sobre el medio ambiente, para con ello legarles un mejor futuro a las generaciones venideras. El reto no es menor, pero tenemos la obligación moral de afrontarlo a favor de las nuevas generaciones y es importante comprender que el tiempo apremia.

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