/ domingo 21 de julio de 2019

Debatir para construir

El proceso de renovación de la dirigencia nacional del PRI es histórico y representa un significativo avance en la vida interna de nuestro partido. La elección se realizará a través del voto de la militancia, integrada por más de 6 millones y medio de personas; las tres fórmulas que participan fueron integradas con paridad de género; dos de ellas están encabezadas por mujeres y esta semana se desarrolló el primer debate, consolidando a este proceso como un ejercicio libre y democrático.

Este será solo el punto de partida en la democratización de nuestra vida interna, lo que nos permitirá garantizar que los mejores cuadros, los más calificados, sean quienes nos representen como candidatos a puestos de elección popular con el propósito de ganar y honrar la confianza de la ciudadanía.

El indiscutible ganador de este debate fue Alejandro Moreno quien apostó a las propuestas y no a la descalificación como mecanismo para mostrarle a la militancia que conoce al partido, que lo ama y que tiene una visión transformadora que nos conducirá a una nueva era del PRI.

Alito dejó claro que el PRI será un partido con cero tolerancia a la corrupción, que acompañe a los servidores públicos emanados de sus filas para que estén a la altura de la confianza depositada en ellos.

El PRI dejará de ser solo una maquinaria electoral que opere en tiempo de elecciones, sino un partido abierto, que trabaje de manera permanente en beneficio de su militancia y de la sociedad.

En el proyecto de reconstrucción del partido que encabezamos, mujeres y jóvenes tendrán un papel fundamental para convertirnos en un instituto político moderno y en el primer partido digital de México que esté a la altura de los nuevos tiempos y de las causas que preocupan a la gente.

Proponer y sumar para que cada persona tenga voz a través del partido, a través de un PRI ganador que este de lado de los priistas, un partido abierto, democrático, participativo, donde la militancia decida y sea escuchada.

El proceso de renovación de la dirigencia nacional del PRI es histórico y representa un significativo avance en la vida interna de nuestro partido. La elección se realizará a través del voto de la militancia, integrada por más de 6 millones y medio de personas; las tres fórmulas que participan fueron integradas con paridad de género; dos de ellas están encabezadas por mujeres y esta semana se desarrolló el primer debate, consolidando a este proceso como un ejercicio libre y democrático.

Este será solo el punto de partida en la democratización de nuestra vida interna, lo que nos permitirá garantizar que los mejores cuadros, los más calificados, sean quienes nos representen como candidatos a puestos de elección popular con el propósito de ganar y honrar la confianza de la ciudadanía.

El indiscutible ganador de este debate fue Alejandro Moreno quien apostó a las propuestas y no a la descalificación como mecanismo para mostrarle a la militancia que conoce al partido, que lo ama y que tiene una visión transformadora que nos conducirá a una nueva era del PRI.

Alito dejó claro que el PRI será un partido con cero tolerancia a la corrupción, que acompañe a los servidores públicos emanados de sus filas para que estén a la altura de la confianza depositada en ellos.

El PRI dejará de ser solo una maquinaria electoral que opere en tiempo de elecciones, sino un partido abierto, que trabaje de manera permanente en beneficio de su militancia y de la sociedad.

En el proyecto de reconstrucción del partido que encabezamos, mujeres y jóvenes tendrán un papel fundamental para convertirnos en un instituto político moderno y en el primer partido digital de México que esté a la altura de los nuevos tiempos y de las causas que preocupan a la gente.

Proponer y sumar para que cada persona tenga voz a través del partido, a través de un PRI ganador que este de lado de los priistas, un partido abierto, democrático, participativo, donde la militancia decida y sea escuchada.

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