Atorón en el Congreso por reforma político-electoral
El Congreso local sesionará solo cuando las y los legisladores de Morena quieran. Este fue el mensaje enviado ayer por la bancada morenista.
Ayer, martes, diputadas y diputados de los grupos parlamentarios del PRI, PAN, PRD, PANAL, PT y PES estaban listos para presentar una iniciativa de reforma a la Constitución Política del Estado de Hidalgo y al Código Electoral de la entidad, en materia político-electoral.
Pero no fue posible que lo hicieran porque los integrantes de la fracción de Morena no se presentaron y en consecuencia no se logró el cuórum reglamentario para el inicio de la sesión.
El argumento de los morenistas fue que no había garantías de seguridad para ellos.
Y es que los legisladores que buscan presentar la iniciativa estuvieron respaldados por sus respectivos presidentes estatales de partido, así como militantes de los mismos.
Nada fuera de lo normal. Se trata de un grupo de congresistas que buscan ejercer una de sus facultades: legislar. Y que cuentan con el respaldo de sus institutos políticos, algo que no tendría por qué interpretarse como un factor de riesgo.
Además, ya lo dijo el presidente de la Junta de Gobierno del Congreso, Ricardo Baptista, la reforma político-electoral es necesaria.
En entrevista con El Sol de Hidalgo, nos dijo la semana pasada que no se pretende construir una reforma a modo, que se hará con todos los consensos sociales y políticos.
Qué mejor manera de iniciar el proceso que dando entrada a una iniciativa elaborada por los representantes de un importante segmento de la sociedad hidalguense.
Lo mismo da que en el salón de sesiones estén solo los legisladores o que haya ciudadanos que quieran presenciar los trabajos. Cualquier diputado o diputada tiene derecho a presentar una iniciativa. Del tema que sea.
Ya luego será turnada a comisiones y será analizada para determinar si es procedente o no.
Pero para lograr consensos y ser incluyentes, como lo plantea el diputado Baptista, se requiere escuchar a los demás. La unilateralidad no lleva a consensos.
Por todo ello es que llama la atención la postura de los y las diputadas de Morena, reflejada en un boletín de prensa, en el cual incluso hablan de que “persiste la sospecha de que integrantes de esta Legislatura han sido corrompidos con favores políticos y económicos”.
Además acusan al gobierno estatal de una actitud hostil en contra de la bancada morenista; de intromisión en el Poder Legislativo, y de enviar grupos de choque al Congreso.
Señalamientos que merecen ser sustentados, como se establece en el marco legal.
Y por último en el boletín, piden al Presidente de México y a la presidenta nacional de Morena se solidaricen con la bancada morenista en Hidalgo. Son palabras que pueden sonar a desesperación.
En tanto, el gobernador de Hidalgo precisó en entrevista que la reforma en cuestión es materia de los partidos políticos y de los legisladores. No del Poder Ejecutivo estatal.
E indicó que quizá el diputado Baptista actúa erróneamente porque tiene mucha presión por parte del líder del Grupo Universidad. Y lo que la sociedad espera de sus congresistas es que legislen anteponiendo el interés común al de grupo.