Reanudó sus operaciones la línea de transporte México-Tizayuca en Tulancingo, conocidos también como "Tizas", luego de varias semanas en paro a causa de una crisis de inseguridad que se originó en el municipio hidalguense de Tizayuca, hecho que incluso cobró la vida de uno de los conductores el pasado 11 de septiembre.
Al respecto, uno de los operadores de esta línea y cuyo nombre pidió reservar por cuestiones de seguridad, contó para El Sol de Tulancingo que el número de unidades a servicio de usuarios se redujo drásticamente, pues operan "ni al 30 por ciento" y en horarios escasos.
"No está restaurado al 100 por ciento (...) A Pachuca mandan cada media hora, o una hora, para Ciudad de México (directo) tardan de 40 a 50 minutos. Antes salían cuatro autobuses por hora, ahora nos vamos uno a lo mucho dos", contó. Y es que argumenta que tal falta de unidades es porque hay muchos operadores que se sienten inseguros de volver a su sitio de trabajo, pues no hay certeza aún de las detenciones contra los presuntos artífices del homicidio de su compañero.
Dijo que respecto a las extorsiones "han estado siempre, aquí en Tulancingo todavía está bien tranquilo y no se ve todo eso (...) pedimos que las autoridades se pongan las pilas". Abundó en que derivado del paro en protesta por la inseguridad, así como por los hechos fatales, usuarios optan por otras opciones y eso merma su ingreso diario: "Por ejemplo aquí nos bajó mucho, llevamos 40 minutos parados y solo se han subido siete personas. Como se dejó de dar el servicio una semana pues la gente busca opciones", mencionó.
De acuerdo con su percepción, los sistemas implementados por la Secretaría de Seguridad Estatal (los dos puntos de revisión en Tizayuca) no son suficientes, ya que al tratarse de un transporte paradero, los perpetradores de crímenes pueden abordar en cualquier punto; además, burlan fácilmente las revisiones, ya que ha habido casos de asaltantes o extorsionadores que ocultan las armas hábilmente. Según refirió, en una ocasión una pandilla que subió al camión ocultó la pistola en una caja de cereal, razón por la que no fue detectada en la revisión.
"Se bajaron los que revisaron y adelantito nos atracaron", dijo. "Todos están con temor, nos dicen que quien salga a trabajar salga voluntariamente. Quien necesite, adelante. A quien le vaya bien, adelante. Nosotros tenemos que pagar la cuenta y el combustible"
Finalmente y bajo un claro desánimo, el chófer manifestó que por el momento solo espera a que la situación se normalice y se frene la crisis de inseguridad: "Uno sale a trabajar y no sabes si vas a llegar a tu casa, pero con esto te pones a pensar. Si hubiera opciones tenlo por seguro que me paso a otro lado, tengo hijos mayores estudiando y son gastos, si no trabajamos no generamos ni ganamos para pagar la renta"