En Hidalgo seis de cada diez árboles que se plantan en el estado sobreviven, situación que ha mejorado con respecto a lo que se registraba en 2012, cuando la sobrevivencia de las plantas era de la mitad, aseguró el delegado suplente de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) en la entidad, Julio César Cervantes Fernández.
El funcionario federal explicó que debido a las campañas de reforestación que han implementado con ejidatarios que se han unido a las unidades ambientales sustentables la sobrevivencia de los árboles que se plantan en la entidad ha incrementado en los últimos seis años, pues anteriormente se perdían en las temporadas de fríos.
De acuerdo con el responsable de la Conafor en la entidad, los suelos han sido deforestados históricamente, por lo que la dependencia ha colaborado con las autoridades estatales como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales estatal (Semarnath) para mantener los árboles que sobrevivan en su mayoría a las temperaturas gélidas.
Agregó que en las zonas forestales plantan en su mayoría pinos, mientras que en el Valle del Mezquital son huizaches y mezquites, mientras que en Huejutla es caoba, por lo que varían las especies dependiendo de los ambientes del estado, por lo que históricamente plantaban más de 10 millones de árboles anualmente y ahora serán alrededor de tres millones 300 mil ejemplares por el recorte presupuestal que sufrió la Conafor para este año.
Mencionó que para que un árbol llegue en su etapa adulta puede variar, pues mientras que en la huasteca es de cerca de diez años, en las áreas boscosas puede demorar hasta 25 años, por lo que destacó la importancia de que se cuiden dichas regiones, pues los daños causados por incendios forestales o el crecimiento demográfico pueden ser nocivos para el ambiente.
Dijo que los municipios donde existe una mayor recuperación forestal en el estado son Tepehuacán, Tlahuiltepan y Eoloxochitlán, donde debido a los bajos índices de población permiten el desarrollo de las zonas forestales, mientras que en las áreas urbanas estas condiciones son más deficientes.
La Conafor ayuda económicamente a los ejidatarios que participan en los programas de conservación forestal para que se hagan cargo de los viveros y de las zonas de cuidado para evitar que se presenten incidentes relacionados con la tala, cambio de uso de suelo, entre otras causas dañinas para su desarrollo.
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