/ martes 14 de febrero de 2023

Carnavales de Hidalgo: magia, diversión y tradición

Llegan a gastar hasta 40 mil pesos en la vestimenta de la reina de cada carnaval

El carnaval en el estado de Hidalgo representa un momento de festejo, de compartir, socializar, divertirse y conmemorar tradiciones, así como retomar y cumplir con una costumbre, una herencia de los antepasados.

El vestuario para un carnaval en las comunidades se ha ido adecuando con su entorno, su medio circundante. Cada quien puede innovar e incorporar cosas con distintos materiales que van desde hiervas, lodo, plumas de faisán, corcholatas, máscaras talladas en madera y muchos otros materiales.

La tendencia es hacerse muy vistosos, distinguirse, ya sea con grandes penachos, ser brujas, monstruos, el personaje de un político, llevar cuernos de venados o diablitos, la idea es ser escandalosos, juguetones, causar diversión y a veces terror. Todo es parte del juego.

El carnaval es una práctica antigua cíclica, que se repite cada año, en algunos casos desde hace más de 100 años.

En una entrevista para El Sol de Hidalgo, la antropóloga Consuelo Cortés Arreola directora de Patrimonio Cultural, de la Secretaría de Cultura del estado de Hidalgo, explicó lo anterior y agregó que históricamente en México los carnavales están asociados al calendario religioso anual. En Hidalgo en particular se realizan al inicio de la cuaresma y tienen lugar en los días previos al miércoles de ceniza.

El carnaval en términos religiosos está considerado como un momento de desorden, de esparcimiento, de convivencia colectiva pública previo a los días de guardar que marcan la semana santa, indicó.


EL PUEBLO LOS ORGANIZA

Cortés Arreola dijo también que un carnaval es organizado tradicionalmente por el pueblo, la iglesia no interviene mucho, en algunos casos llega a participar más bien sancionando cosas, conductas que se consideran impropias.

En el estado de Hidalgo la celebración del carnaval se ve ligada mayormente en regiones donde hay presencia de pueblos indígenas, en especial los nahuas, los tepehuas o los hñahñus. Por ejemplo, en los municipios huastecos se hace el carnaval a excepción de Huazalingo.

En la región Huasteca pueblos como Huautla, Atlapexco, Jaltocán, Huejutla, San Felipe, son representativos en sus carnavales por la Danza de los Mecos, donde participan específicamente un grupo de hombres. En su iniciación van al arrollo y se pintan con tierra, hierbas y lodo.

Después, con el cuerpo casi descubierto, hacen recorridos danzando durante los días de carnaval. Esta sería de las prácticas más distintivas en la región de las huastecas, ligada a las poblaciones nahuas.

En la sierra alta de Hidalgo se difunde la festividad de carnavales en comunidades como Calnali, Zacualtipán, Tlahuiltepa.

La tendencia es hacerse muy vistosos Foto: Carnaval SECTURH (2)

En Calnali la Danza de los Cuernudos se distingue por su atuendo. En su celebración distintas cuadrillas hacen recorridos en la plaza principal y ya son muy visitados, gracias a su difusión, ello hace que el carnaval sea más conocido en las regiones.

Otro que tiene un sello particular es la Danza de la Viborita Chirrionera del municipio de San Agustín Metzquititlán en la sierra baja. Su representación está integrada por hombres y consiste en que con una reata les pegan a los compañeros, y aunque se protegen si llega a causar dolor. La convivencia de los danzantes es de divertirse y divertir a los demás.


EL JUEGO DE LOS NARANJAZOS

En la región del Mezquital, en lugares como Tecozautla, Tasquillo y Huichapan es llamativo el disfraz de los Xithas. Resalta el juego de los naranjazos en Alfafayucan, que consiste en lanzarse naranjas entre los participantes, intercambiándose golpes con naranjas. Esta celebración tiene un origen prehispánico, para atraer buenas cosechas y unidad en su comunidad. Llegan a utilizar la fibra de lechuguilla o el ixztle para hacer sus disfraces.

En Mixquiahuala el carnaval inicia con una ceremonia llamada “Pon y Quita la Bandera” un rito de origen prehispánico tolteca, donde se evoca pedir fertilidad en sus cosechas y fecundidad en la mujer. A esta celebración le han dado mucha importancia los lugareños y tiene prestigio en el valle del Mezquital.

Por su parte, en Metepec, inician con la coronación de la Reyna, aunada con la celebración de los capitanes para el festejo “Conocida como la descabezada”, la cual consiste en que a forma de piñata cuelgan cuatro pollos y a son de comparsa bailan a su alrededoros vencedores serán quienes le quiten la cabeza a los pollos.

Este festejo data de 1940, siendo representante el señor Joaquín Vargas. El origen del carnaval se le acredita al señor Richard Honey en la localidad de Ferrería de Apulco. Es muy conocido y se han distinguido por sus disfraces ya que en algunos han invertido bastante dinero en su fabricación, sobre todo los que llevan plumas de faisán.


PLUMAS DE FAISÁN, DESDE ASIA

Al respecto, Julio César Flores Sánchez, secretario de eventos y publicidad del comité del Carnaval de la estación de Apulco, menciona que algunos de sus principales proveedores de plumas de faisán son internacionales, principalmente de Asia, de países como China e India, algunos de Turquía y en menor medida la ciudad de Querétaro.

El costo puede variar dependiendo el bolsillo de cada participante. Un atuendo completo, por muy básico, ronda los diez mil pesos y han tenido atuendos, principalmente de sus reinas, en los que invierten hasta más de 40 mil pesos, explicó.

Por otra parte, la antropóloga Consuelo Cortés mencionó que en las comunidades de Acaxochitlán y Huehuetla, su traje tradicional es adornado con corcholatas. En el municipio de Huehuetla, el inicio de su festejo lo asocian con un personaje que vivió como a mediados del siglo pasado, Juan Chola, quien se dice fue un curandero o brujo y que él, como curandero, practicaba esa danza que consistía en caminar en la lumbre y al paso del tiempo fue involucrando a varias personas.

Este tipo de celebración consiste en poner un camino de braza con madera o carbón y lo prenden, y ya cuando está muy caliente, brincan en ese tramo donde hay braza. Se considera que aquí si hay una especie de pacto con el maligno, porque al que asocian como el creador de esa danza se dice que tenía pacto con el demonio, es una de las características muy de Huehuetla que no hay referencia que se haga en otro lado, indicó la antropóloga.

Son muchas comunidades las que resaltan la conmemoración de sus carnavales en el estado de Hidalgo, para tener una visión general de los vestuarios y el tipo de música, una muestra muy representativa es la unión de carnavales que se ha celebrado anualmente en Pachuca desde el año 2013 y que sólo se suspendió en el año 2022 debido a la pandemia por la Covid-19, pero que en este 2023 se retomará.

El carnaval en el estado de Hidalgo representa un momento de festejo, de compartir, socializar, divertirse y conmemorar tradiciones, así como retomar y cumplir con una costumbre, una herencia de los antepasados.

El vestuario para un carnaval en las comunidades se ha ido adecuando con su entorno, su medio circundante. Cada quien puede innovar e incorporar cosas con distintos materiales que van desde hiervas, lodo, plumas de faisán, corcholatas, máscaras talladas en madera y muchos otros materiales.

La tendencia es hacerse muy vistosos, distinguirse, ya sea con grandes penachos, ser brujas, monstruos, el personaje de un político, llevar cuernos de venados o diablitos, la idea es ser escandalosos, juguetones, causar diversión y a veces terror. Todo es parte del juego.

El carnaval es una práctica antigua cíclica, que se repite cada año, en algunos casos desde hace más de 100 años.

En una entrevista para El Sol de Hidalgo, la antropóloga Consuelo Cortés Arreola directora de Patrimonio Cultural, de la Secretaría de Cultura del estado de Hidalgo, explicó lo anterior y agregó que históricamente en México los carnavales están asociados al calendario religioso anual. En Hidalgo en particular se realizan al inicio de la cuaresma y tienen lugar en los días previos al miércoles de ceniza.

El carnaval en términos religiosos está considerado como un momento de desorden, de esparcimiento, de convivencia colectiva pública previo a los días de guardar que marcan la semana santa, indicó.


EL PUEBLO LOS ORGANIZA

Cortés Arreola dijo también que un carnaval es organizado tradicionalmente por el pueblo, la iglesia no interviene mucho, en algunos casos llega a participar más bien sancionando cosas, conductas que se consideran impropias.

En el estado de Hidalgo la celebración del carnaval se ve ligada mayormente en regiones donde hay presencia de pueblos indígenas, en especial los nahuas, los tepehuas o los hñahñus. Por ejemplo, en los municipios huastecos se hace el carnaval a excepción de Huazalingo.

En la región Huasteca pueblos como Huautla, Atlapexco, Jaltocán, Huejutla, San Felipe, son representativos en sus carnavales por la Danza de los Mecos, donde participan específicamente un grupo de hombres. En su iniciación van al arrollo y se pintan con tierra, hierbas y lodo.

Después, con el cuerpo casi descubierto, hacen recorridos danzando durante los días de carnaval. Esta sería de las prácticas más distintivas en la región de las huastecas, ligada a las poblaciones nahuas.

En la sierra alta de Hidalgo se difunde la festividad de carnavales en comunidades como Calnali, Zacualtipán, Tlahuiltepa.

La tendencia es hacerse muy vistosos Foto: Carnaval SECTURH (2)

En Calnali la Danza de los Cuernudos se distingue por su atuendo. En su celebración distintas cuadrillas hacen recorridos en la plaza principal y ya son muy visitados, gracias a su difusión, ello hace que el carnaval sea más conocido en las regiones.

Otro que tiene un sello particular es la Danza de la Viborita Chirrionera del municipio de San Agustín Metzquititlán en la sierra baja. Su representación está integrada por hombres y consiste en que con una reata les pegan a los compañeros, y aunque se protegen si llega a causar dolor. La convivencia de los danzantes es de divertirse y divertir a los demás.


EL JUEGO DE LOS NARANJAZOS

En la región del Mezquital, en lugares como Tecozautla, Tasquillo y Huichapan es llamativo el disfraz de los Xithas. Resalta el juego de los naranjazos en Alfafayucan, que consiste en lanzarse naranjas entre los participantes, intercambiándose golpes con naranjas. Esta celebración tiene un origen prehispánico, para atraer buenas cosechas y unidad en su comunidad. Llegan a utilizar la fibra de lechuguilla o el ixztle para hacer sus disfraces.

En Mixquiahuala el carnaval inicia con una ceremonia llamada “Pon y Quita la Bandera” un rito de origen prehispánico tolteca, donde se evoca pedir fertilidad en sus cosechas y fecundidad en la mujer. A esta celebración le han dado mucha importancia los lugareños y tiene prestigio en el valle del Mezquital.

Por su parte, en Metepec, inician con la coronación de la Reyna, aunada con la celebración de los capitanes para el festejo “Conocida como la descabezada”, la cual consiste en que a forma de piñata cuelgan cuatro pollos y a son de comparsa bailan a su alrededoros vencedores serán quienes le quiten la cabeza a los pollos.

Este festejo data de 1940, siendo representante el señor Joaquín Vargas. El origen del carnaval se le acredita al señor Richard Honey en la localidad de Ferrería de Apulco. Es muy conocido y se han distinguido por sus disfraces ya que en algunos han invertido bastante dinero en su fabricación, sobre todo los que llevan plumas de faisán.


PLUMAS DE FAISÁN, DESDE ASIA

Al respecto, Julio César Flores Sánchez, secretario de eventos y publicidad del comité del Carnaval de la estación de Apulco, menciona que algunos de sus principales proveedores de plumas de faisán son internacionales, principalmente de Asia, de países como China e India, algunos de Turquía y en menor medida la ciudad de Querétaro.

El costo puede variar dependiendo el bolsillo de cada participante. Un atuendo completo, por muy básico, ronda los diez mil pesos y han tenido atuendos, principalmente de sus reinas, en los que invierten hasta más de 40 mil pesos, explicó.

Por otra parte, la antropóloga Consuelo Cortés mencionó que en las comunidades de Acaxochitlán y Huehuetla, su traje tradicional es adornado con corcholatas. En el municipio de Huehuetla, el inicio de su festejo lo asocian con un personaje que vivió como a mediados del siglo pasado, Juan Chola, quien se dice fue un curandero o brujo y que él, como curandero, practicaba esa danza que consistía en caminar en la lumbre y al paso del tiempo fue involucrando a varias personas.

Este tipo de celebración consiste en poner un camino de braza con madera o carbón y lo prenden, y ya cuando está muy caliente, brincan en ese tramo donde hay braza. Se considera que aquí si hay una especie de pacto con el maligno, porque al que asocian como el creador de esa danza se dice que tenía pacto con el demonio, es una de las características muy de Huehuetla que no hay referencia que se haga en otro lado, indicó la antropóloga.

Son muchas comunidades las que resaltan la conmemoración de sus carnavales en el estado de Hidalgo, para tener una visión general de los vestuarios y el tipo de música, una muestra muy representativa es la unión de carnavales que se ha celebrado anualmente en Pachuca desde el año 2013 y que sólo se suspendió en el año 2022 debido a la pandemia por la Covid-19, pero que en este 2023 se retomará.

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