Fernando de la Mora es uno de los tenores más reconocidos de México en el mundo. Su carrera lleva ya más de 40 años. Momentos memorables le sobran. Pero hay uno de ellos que en particular lo marcó. Sucedió hace una década. Estaba en pleno concierto cuando, de pronto, vio entre su público a un par de personas llorando. Las lágrimas caían sobre sus labios, que esbozaban una sonrisa. Una de esas personas había recibido, días atrás, un implante de médula ósea; la otra era el donador.
“El donador se la pasó llorando todo el tiempo. No pudo hablar de la emoción. Nos contagió a todos y nos hizo llorar”, recuerda en entrevista el intérprete de 64 años, quien desde hace más de una década ofrece conciertos benéficos para la Fundación Comparte Vida, que se dedica a promover la donación de médula ósea para tratar enfermedades de la sangre como la leucemia.
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El concierto con causa se llevará a cabo este viernes 20 de enero en uno de los foros más prestigiosos de América Latina: la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario.
“Siempre tuvimos llenos (en los espectáculos organizados por la fundación). Se partieron el alma vendiendo los boletos. Hemos invitado a varios artistas. Armando Manzanero estuvo en cuatro ocasiones. El año antepasado estuvo Emmanuel y Alexander Hacha, su hijo. También han estado Ramón Vargas, Cecilia Toussaint y Susana Zabaleta”, comenta Fernando de la Mora, quien a lo largo de su carrera ha combinado lo mejor de la ópera con géneros populares como el bolero y la ranchera. “La buena música”, resume el tenor.
“(Mezclar esos dos tipos de expresiones) me ha ayudado a que la gente le pierda el miedo a la ópera. Casi siempre meto dos arias al principio. O canciones napolitanas que fueron escritas para voces educadas. De este modo, la gente la escucha y la incluye en su subconsciente. Es importante que el público vea a este tipo de música como una posibilidad más para gozar”, apunta.
Fernando de la Mora se ha presentado en algunos de los teatros más reconocidos del mundo, como la Ópera Metropolitana de Nueva York, La Scala de Milán, el Liceo de Barcelona y el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México. El año pasado recibió el Premio Jerusalén 2022, que otorga la Organización Sionista Mundial a personalidades no judías que hayan apoyado a los judíos en la diáspora y que hayan contribuido a mejorar las relaciones entre la comunidad judía mexicana.
El concierto de este 20 de enero representa, de algún modo, el regreso total de De la Mora a los grandes escenarios tras más de dos años de confinamiento. “La Sala Nezahualcóyotl tiene una acústica fantástica y natural, que aprovecharemos para cantar sin micrófonos en la primera parte. En la segunda sí lo haremos con amplificación porque habrá varios artistas populares.
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Cuestionado sobre las políticas culturales del país, el cantante considera que todavía falta mucho trabajo por hacer para que la cultura sea, verdaderamente y no en letra muerta, un derecho constitucional para todos los mexicanos.
“Lo último que le preocupa a este gobierno es la cultura. Creo que han hecho una labor de ahorrar y le han quitado todo el apoyo a la cultura y le han quitado muchísimo apoyo a la educación. Es importante que haya más inversión en la cultura. Si realmente deseamos que México resuelva los problemas de inseguridad que existen a largo plazo, tenemos que invertir muchísimo más en esos dos rubros”, reflexiona De la Mora.
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