/ miércoles 21 de febrero de 2024

Panorama político en Hidalgo

Estamos a escasas semanas de que empiecen las campañas federales para diversos cargos de elección popular y apenas un poco más para el banderazo de salida de candidatas y candidatos locales, de donde se desprende la renovación de ayuntamientos, diputaciones locales y otros cargos de gran relevancia para las entidades federativas; ello mezclado con el panorama nacional en el que gobernadores, legisladores al Congreso de la Unión y, desde luego, titular del Ejecutivo Federal, también están en proceso de elección con una característica muy particular si consideramos el impacto que pueden tener los candidatos locales para poder determinar quiénes serán los ganadores en la contienda federal o al revés, ya que, se sabe, el electorado difícilmente segmenta su voto entre cargos o, incluso, entre lo local o federal, sin embargo, los ayuntamientos en Hidalgo jugarán un gran papel para el Congreso Local y Federal, aunque no es una regla escrita que se vote en bloque, de ahí la relevancia separada que tienen las elecciones locales frente a la federal.

Hidalgo, a pesar de no encontrarse en proceso de elección de su Gobernador, sí renueva cabildos y diputaciones en un Congreso local que ha sufrido cambios políticos de la mayor relevancia y que ahora tendrá que renovarse con la incertidumbre de si su composición se mantendrá como en legislaturas anteriores o impactará en una mayoría calificada que genere mayor movilidad legislativa.

Tanto el impulso que tiene el partido gobernante en el Estado como el arrastre que tiene esa misma opción política a nivel nacional, generan una percepción de victoria casi absoluta y que parece un mero trámite para obtener un resultado favorable, sin embargo, en política no se pueden adelantar pronósticos hasta que vaya más avanzada la campaña, ya que, si bien los ejercicios de demoscopía pueden dar una radiografía general, en los últimos años la fiabilidad de las encuestas ha sido endeble.

De lo que sí podemos tener la seguridad es que se trata de un reto mayúsculo para los partidos políticos que hoy no forman parte del gobierno, ya que desde la oposición el trabajo debe ser más operativo, reactivo y, lejos de lo que pudiera pensarse, fuera de las campañas negras o de desprestigio al oponente porque hoy la conformación de la sociedad es distinta a como sucedía hace años.

Hoy no existen cercos informativos, ya que hace algunas décadas, sin que se asuma que había preferencia por cierto tipo de comunicación, en la actualidad la irrupción de las redes sociales politizó más a una sociedad ávida de soluciones y no de propuestas huecas o de mentiras que no pueden materializarse en beneficio de la sociedad.

Las propuestas en materias como la seguridad, la suficiencia hídrica, la salud, los tiempos de las mujeres, el respeto a los entornos naturales y la creación de infraestructura útil y en condiciones de transparencia, son materiales de convencimiento para millones de personas que ejercerán su derecho al voto a nivel federal y sobre todo a nivel local, ya que justo es en esta dimensión en que las y los ciudadanos asumen que hay un compromiso más directo para cumplir promesas de campaña e, incluso, castigar a quienes en el pasado no lograron las soluciones esperadas.

La oposición se encuentra en un punto de inflexión en nuestro Estado que durante toda su historia no había variado de opción política hasta hoy que tienen una visión de la entidad completamente diferente con matices de conocimiento de la región, lo que hace que se esté conglomerando una opción sólida que parece que no sufrirá en las urnas, de ahí que la argumentación, el convencimiento y la cercanía con la población son actitudes indispensables para poder mantener un vínculo con el pueblo hidalguense.

Si se tratara de número simples y llanos desde este momento que no han empezado las campañas pero ya se vislumbran los candidatos, en nuestro querido Hidalgo parece que se fortalecerá el partido gobernante, sin embargo, la oposición tendrá que utilizar todos los recursos lícitos a su alcance para no perder la presencia ante una ciudadanía qua ya demostró haberles perdido la confianza.


Estamos a escasas semanas de que empiecen las campañas federales para diversos cargos de elección popular y apenas un poco más para el banderazo de salida de candidatas y candidatos locales, de donde se desprende la renovación de ayuntamientos, diputaciones locales y otros cargos de gran relevancia para las entidades federativas; ello mezclado con el panorama nacional en el que gobernadores, legisladores al Congreso de la Unión y, desde luego, titular del Ejecutivo Federal, también están en proceso de elección con una característica muy particular si consideramos el impacto que pueden tener los candidatos locales para poder determinar quiénes serán los ganadores en la contienda federal o al revés, ya que, se sabe, el electorado difícilmente segmenta su voto entre cargos o, incluso, entre lo local o federal, sin embargo, los ayuntamientos en Hidalgo jugarán un gran papel para el Congreso Local y Federal, aunque no es una regla escrita que se vote en bloque, de ahí la relevancia separada que tienen las elecciones locales frente a la federal.

Hidalgo, a pesar de no encontrarse en proceso de elección de su Gobernador, sí renueva cabildos y diputaciones en un Congreso local que ha sufrido cambios políticos de la mayor relevancia y que ahora tendrá que renovarse con la incertidumbre de si su composición se mantendrá como en legislaturas anteriores o impactará en una mayoría calificada que genere mayor movilidad legislativa.

Tanto el impulso que tiene el partido gobernante en el Estado como el arrastre que tiene esa misma opción política a nivel nacional, generan una percepción de victoria casi absoluta y que parece un mero trámite para obtener un resultado favorable, sin embargo, en política no se pueden adelantar pronósticos hasta que vaya más avanzada la campaña, ya que, si bien los ejercicios de demoscopía pueden dar una radiografía general, en los últimos años la fiabilidad de las encuestas ha sido endeble.

De lo que sí podemos tener la seguridad es que se trata de un reto mayúsculo para los partidos políticos que hoy no forman parte del gobierno, ya que desde la oposición el trabajo debe ser más operativo, reactivo y, lejos de lo que pudiera pensarse, fuera de las campañas negras o de desprestigio al oponente porque hoy la conformación de la sociedad es distinta a como sucedía hace años.

Hoy no existen cercos informativos, ya que hace algunas décadas, sin que se asuma que había preferencia por cierto tipo de comunicación, en la actualidad la irrupción de las redes sociales politizó más a una sociedad ávida de soluciones y no de propuestas huecas o de mentiras que no pueden materializarse en beneficio de la sociedad.

Las propuestas en materias como la seguridad, la suficiencia hídrica, la salud, los tiempos de las mujeres, el respeto a los entornos naturales y la creación de infraestructura útil y en condiciones de transparencia, son materiales de convencimiento para millones de personas que ejercerán su derecho al voto a nivel federal y sobre todo a nivel local, ya que justo es en esta dimensión en que las y los ciudadanos asumen que hay un compromiso más directo para cumplir promesas de campaña e, incluso, castigar a quienes en el pasado no lograron las soluciones esperadas.

La oposición se encuentra en un punto de inflexión en nuestro Estado que durante toda su historia no había variado de opción política hasta hoy que tienen una visión de la entidad completamente diferente con matices de conocimiento de la región, lo que hace que se esté conglomerando una opción sólida que parece que no sufrirá en las urnas, de ahí que la argumentación, el convencimiento y la cercanía con la población son actitudes indispensables para poder mantener un vínculo con el pueblo hidalguense.

Si se tratara de número simples y llanos desde este momento que no han empezado las campañas pero ya se vislumbran los candidatos, en nuestro querido Hidalgo parece que se fortalecerá el partido gobernante, sin embargo, la oposición tendrá que utilizar todos los recursos lícitos a su alcance para no perder la presencia ante una ciudadanía qua ya demostró haberles perdido la confianza.