El 30 de abril de 1907 la compañía Harland&Wolff fue autorizada a construir dos nuevos barcos, el primero denominado Olympic y el segundo; Titanic .
Cuando la obra quedó terminada, maravilló a cuantos la vieron.
El Titanic era un transatlántico británico considerado como insumergible y el mayor barco de pasajeros del mundo.
El Titanic zarpó de Southampton el 10 de abril de 1912. Tenía como destino Nueva York, EU.
El navío transportaba a 2225 pasajeros, y en la noche del 14 al 15 de abril de 1912, el transatlántico, tras colisionar con un iceberg, sufrió la tragedia mas grande de la historia marítima; el Titanic se hundió. Solo sobrevivieron 712 de personas
Entre los pasajeros fallecidos había un mexicano.
Manuel Uruchurtu Ramírez, político originario de Sonora, que se embarcó en la nave que llegaría a la costa de Estados Unidos.
Uruchurtu de 42 años previamente había enviado un par de cartas a su familia en donde daba aviso de su viaje a bordo del barco.
¿Quién fue Manuel Uruchurtu Ramírez?
Nacido en Hermosillo, Sonora el 27 de junio de 1872, fue un abogado y político mexicano.
Sus padres fueron el capitán Mateo Uruchurtu Díaz y Mercedes Ramírez Estrella.
De joven se trasladó a la Ciudad de México para estudiar abogacía, ahí contrajo matrimonio.
Su afinidad al régimen de Porfirio Díaz lo llevaron hasta Francia, donde el 8 de abril de 1912 asistió a una fiesta de exiliados leales al expresidente Díaz. Dos días después se embarcó en el Titanic.
De acuerdo con las versiones, Manuel Uruchurtu viajaba en primera clase, por lo que fue de los primeros en subir a los botes salvavidas en esa noche aciaga, sin embargo, en un acto de inusitada caballerosidad, gallardía, al escuchar a una mujer pedir auxilio el mexicano con temple de acero se levantó y cedió su lugar en el bote salvavidas a Elizabeth Ramell Nye, pasajera inglesa, aún a sabiendas de que él moriría en el hundimiento del Titanic.
Con total serenidad, escribió una carta de despedida a sus seres queridos y pidió a Elizabeth la entregase a su familia. Cosa que cumplió la señora.
El mexicano fue dado por muerto el 20 de septiembre de 1912, luego de 36 documentos que acreditaron su presencia en el viaje y su deceso.
Por este gesto, el único pasajero mexicano en el Titanic es considerado como un héroe en Sonora, e incluso dio pie a una novela titulada El caballero del Titanic, de Guadalupe Loaeza.
¡Uruchurtu fue un héroe sin fusil ni espada!
Parte de este relato está contenido en el libro: Uruchurtu, mito o leyenda.