/ miércoles 27 de marzo de 2024

Las mujeres, la paz y la Inteligencia Artificial como escenarios para la igualdad

Del 22 al 27 de marzo del presente año se llevará a cabo la 148ª asamblea y reuniones conexas de la Unión Interparlamentaria, la cuál es un esfuerzo global con 180 miembros que busca generar la cooperación y fomentar el debate y el diálogo entre parlamentarios de todo el mundo, con la finalidad de defender la democracia, potenciar el Estado de Derecho e informar sobre las prácticas legislativas que sirvan para mejorar el trabajo de legisladores y legisladores en todo el mundo, poniendo énfasis en dejar claros los derechos de quienes forman parte de tan importante Poder, sin olvidar en desarrollar una serie de conferencias, cursos y discusiones que conducen a los miembros de los Parlamentos a desarrollar más capacidades y fortalecer la eficacia de los Congresos donde, sin duda, se solidifican los cimientos del entendimiento del comportamiento humano con normas universales y útiles para tener una vida social más tranquila. Además con la Presidencia de la Sra. Tulia Ackson quien tiene experiencia al frente del Parlamento de Tanzania y ha dado vida al tema de género y posicionado la agenda de las mujeres como algo prioritario.

Una de las cosas más interesantes que tiene la UIP es la enorme relevancia que pone a los temas de género, donde los análisis van más allá del papel en sí de las mujeres legisladoras, sino que alerta de nuevos temas, de posicionamientos futuros y de la forma en que se debe conducir la política legislativa respecto de las mujeres dentro de los parlamentos y fuera de ellos con la relación con otros poderes y la misma sociedad civil.

En esta ocasión el eje sobre el que se centrarán las mesas de debate es una oportunidad única que tendremos para discutir el papel de la Inteligencia Artificial y perspectiva de género, ya que los avances tecnológicos han demostrado que la IA en muy poco tiempo se utilizará para fines militares y en la tecnología en general, de tal manera que es un buen momento histórica para utilizarla sin perpetuar la desigualdad, los prejuicios de género y la discriminación en general, entendiendo que esa vía será la forma en que trabajaran muchas de las herramientas cotidianas.

Debemos poner énfasis en todos los programas y políticas públicas en general que se requieren para evitar que en algunos años la violencia de género se convierta en un escenario de desigualdad y discriminación. En el caso de México debemos plantear lo mucho que se ha logrado con la Ley Olimpia, señalando con claridad que se refiere a la violencia digital pero no así a la Inteligencia Artificial, escenario casi desconocido pero que con ayuda de expertos podemos adelantarnos en una legislación eficaz.

De la misma manera, como país y representante de nuestro Congreso de la Unión presentaré el papel de las mujeres en nuestro Ejército, el cual, si bien ha ganado muchos espacios respecto de algunas décadas, seguimos con una brecha enorme no sólo en las corporaciones marciales, sino en la propia Guardia Nacional que se apuntala para ser la encargada del combate al crimen organizado y de tareas profundas en materia de seguridad pública.

Y algo que debemos enfatizar y esta UIP será el vehículo para ello, es el papel de las mujeres en tareas militares y en la IA para esos fines, pero no pensando en la maquinaria bélica, sino en cómo se puede potenciar su trabajo y su papel como facilitadoras de la paz, lo cual ha sido una constante histórica en todo tipo de revueltas, guerras y conflictos en los que la salida no es vencer al bando contrario con armas, sino consensar gracias a la mediación y la tarea diplomática, función que tenemos muy claras las mujeres en todos los ámbitos de nuestra vida.

Lo importante, en efecto, es lo que se puede posicionar u aportar el la UIP, sin embargo, lo auténticamente valioso es el resultado de esas reuniones que sirven para que todas y todos los legisladores que acudimos a ese llamado de la unión, nos habremos de llevar de regreso a nuestros países para empezar a trabajar en productos legislativos, en alianzas estratégicas, en políticas públicas y en mensajes a la sociedad civil para cambiar una realidad que, si bien no se ha consolidado, en unos pacos años tendremos de frente y el margen de equivocación será mínimo.


Del 22 al 27 de marzo del presente año se llevará a cabo la 148ª asamblea y reuniones conexas de la Unión Interparlamentaria, la cuál es un esfuerzo global con 180 miembros que busca generar la cooperación y fomentar el debate y el diálogo entre parlamentarios de todo el mundo, con la finalidad de defender la democracia, potenciar el Estado de Derecho e informar sobre las prácticas legislativas que sirvan para mejorar el trabajo de legisladores y legisladores en todo el mundo, poniendo énfasis en dejar claros los derechos de quienes forman parte de tan importante Poder, sin olvidar en desarrollar una serie de conferencias, cursos y discusiones que conducen a los miembros de los Parlamentos a desarrollar más capacidades y fortalecer la eficacia de los Congresos donde, sin duda, se solidifican los cimientos del entendimiento del comportamiento humano con normas universales y útiles para tener una vida social más tranquila. Además con la Presidencia de la Sra. Tulia Ackson quien tiene experiencia al frente del Parlamento de Tanzania y ha dado vida al tema de género y posicionado la agenda de las mujeres como algo prioritario.

Una de las cosas más interesantes que tiene la UIP es la enorme relevancia que pone a los temas de género, donde los análisis van más allá del papel en sí de las mujeres legisladoras, sino que alerta de nuevos temas, de posicionamientos futuros y de la forma en que se debe conducir la política legislativa respecto de las mujeres dentro de los parlamentos y fuera de ellos con la relación con otros poderes y la misma sociedad civil.

En esta ocasión el eje sobre el que se centrarán las mesas de debate es una oportunidad única que tendremos para discutir el papel de la Inteligencia Artificial y perspectiva de género, ya que los avances tecnológicos han demostrado que la IA en muy poco tiempo se utilizará para fines militares y en la tecnología en general, de tal manera que es un buen momento histórica para utilizarla sin perpetuar la desigualdad, los prejuicios de género y la discriminación en general, entendiendo que esa vía será la forma en que trabajaran muchas de las herramientas cotidianas.

Debemos poner énfasis en todos los programas y políticas públicas en general que se requieren para evitar que en algunos años la violencia de género se convierta en un escenario de desigualdad y discriminación. En el caso de México debemos plantear lo mucho que se ha logrado con la Ley Olimpia, señalando con claridad que se refiere a la violencia digital pero no así a la Inteligencia Artificial, escenario casi desconocido pero que con ayuda de expertos podemos adelantarnos en una legislación eficaz.

De la misma manera, como país y representante de nuestro Congreso de la Unión presentaré el papel de las mujeres en nuestro Ejército, el cual, si bien ha ganado muchos espacios respecto de algunas décadas, seguimos con una brecha enorme no sólo en las corporaciones marciales, sino en la propia Guardia Nacional que se apuntala para ser la encargada del combate al crimen organizado y de tareas profundas en materia de seguridad pública.

Y algo que debemos enfatizar y esta UIP será el vehículo para ello, es el papel de las mujeres en tareas militares y en la IA para esos fines, pero no pensando en la maquinaria bélica, sino en cómo se puede potenciar su trabajo y su papel como facilitadoras de la paz, lo cual ha sido una constante histórica en todo tipo de revueltas, guerras y conflictos en los que la salida no es vencer al bando contrario con armas, sino consensar gracias a la mediación y la tarea diplomática, función que tenemos muy claras las mujeres en todos los ámbitos de nuestra vida.

Lo importante, en efecto, es lo que se puede posicionar u aportar el la UIP, sin embargo, lo auténticamente valioso es el resultado de esas reuniones que sirven para que todas y todos los legisladores que acudimos a ese llamado de la unión, nos habremos de llevar de regreso a nuestros países para empezar a trabajar en productos legislativos, en alianzas estratégicas, en políticas públicas y en mensajes a la sociedad civil para cambiar una realidad que, si bien no se ha consolidado, en unos pacos años tendremos de frente y el margen de equivocación será mínimo.