María del Rosario Hernández Cruz, o mejor conocida como La Profesora, quien es llamada así por pertenecer a una hermandad llamada Reyna Cruz de Catemaco Veracruz, es la mujer encargada, junto a su esposo, de festejar y festejar la fe por la Santa Muerte, en Tulancingo.
En entrevista para El Sol de Tulancingo, La Profesora, narró con emoción que su encuentro con la Santa Muerte se dio desde muy joven, por eso decidió hacerle una capilla, cabe resaltar que fue la primera capilla en el municipio.
“Cuando yo me escapé con mi esposo, fuimos a dar a donde estaba un difunto y desde ahí comenzó a surgir la energía, y yo la veía por todos lados, entonces un día le dije a mi marido quiero poner a mi flaquita pero acá atrás, y él me dijo no, si tu eres creyente no te avergüences y así hicimos la capilla”, narró con mucha emoción al tiempo que mostraba cada uno de los rincones de la capilla.
Entre risas y nostalgia contó que el primer festejo que le hicieron les dejó un amargo sabor de boca, pues mandaron a hacer 50 pollos en barbacoa y sólo unas 10 personas acudieron a la capilla. Recordó que desde el minuto uno sufrieron de malos tratos debido al estigma que flagelan los creyentes de “la niña”.
“Fuimos los primeros en poner una capilla en Tulancingo y va de la mano con la de mi comadre Keta de Tepito, ambas capillas tienen 20 años, edad de uno de mis nietos por eso no olvido la fecha”.
Expresó que ella junto con su comunidad son muy respetuosos de su fe y la de las demás personas, pues aseguró que a diferencia de lo que la sociedad cree, respetan la ideología y creencias de cada quien, por eso no se meten con nadie.
Al cuestionarle qué es la muerte, dijo que es una línea, ya que en sí la muerte no existe, -aseguró- por el contrario, aseguró que todo es energía y la energía no se termina, sólo se transforma y es cuestión de cada uno decir porqué energía deciden ser guiados.
Porque yo te pregunto ¿para qué naciste? para morir; y ¿desde cuándo mueres? desde que naces, aseveró.
Entre las muchas cosas que ha pasado durante estos 20 años con la capilla, recordó con risas cuando una de sus vecinas le aventaba huevos, agua sucia y todo tipo de productos en la fachada, por lo que ambas terminaron en juicio y el juez entendió que la fe de cada uno es respetable e igual de valiosa que todas las que existen en el resto del mundo.
Explicó que al igual que ella, todos los miembros de su familia comparten su fe y serán ellos quienes sigan con su legado, pues cada 7 de cada mes a las 7 de la noche realizan un rosario en la capilla, rosario que con ella o sin ella debe de hacerse.
Al respecto, compartió con respeto y nostalgia como justamente en uno de los rosarios que ofreció para su flaquita, uno de sus hijos no pudo asistir por asistir a un compromiso de la escuela, en la que cabe resaltar era criticado por ser devoto a la muerte, cuando recibió una llamada en la que le informaron del fallecimiento de su hijo.
“Muchas veces decimos hay cosas que no crees, pero la energía se percibe y se siente, como te digo, ella me ha dado cosas que en verdad son asombrosas…tu haces vibrar la energía”, explicó.
En la peregrinación que realizaron este jueves 2 de noviembre por las principales calles de la ciudad, hubo acompañamiento de personas provenientes de Huauchinango, Puebla, Singuilucan, Cuautepec, Santiago Tulantepec, y varias partes de Tulancingo.
Por último, dijo que ha tenido que poner demandas para que la dejen creer en su fe, por lo que tiene un amparo que le permite festejar por las calles del municipio, sin que nadie se lo prohiba.
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