En la comunidad Tutotepec, la festividad de Todos Santos es una de las costumbres más importantes, debido a que las familias acuden al panteón para convivir con sus familiares que ya se adelantaron.
El panteón se llena de una mezcla de colores, olores, sabores y música, en donde se conjuga un ambiente de melancolía, recuerdos y solemnidad.
Cada año, las familias acuden cada 2 de noviembre a este recinto para decorar con flores de cempasúchil las tumbas, además llevan alimentos para convivir y dejar la ofrenda a sus seres queridos que dejaron este mundo terrenal.
El panteón se colorean de naranja, se entierran o colocan encima canastas con comida y velas en honor a las almas. Deshojan las flores de cempasúchil para adornar el lugar de reposo, mientras en el fondo, los tríos huastecos y las bandas de viento entonan sones propios de Todo Santos.
La tradición relata que los restos eran exhumados para limpiarlos y posteriormente degustar los alimentos abrazados a su compañía, conocida como Llorada de Hueso.
Las tumbas abiertas, que dejaban ver los restos, eran adornadas con coronas de flor de cempasúchil o algunas otras elaboradas con papel, alimentos en jarros, cazuelas nuevas, ceras gruesas encendidas y los copales con incienso. Antes de ser prohibida por cuestiones sanitarias, el ritual concluía con la nueva inhumación.
De acuerdo con el director de Cultura y Turismo de San Bartolo Ángel Antonio Vargas González, esperan el arribo de cerca de 5 mil personas a la comunidad de Tutotepec.
“A partir del mediodía empiezan a llegar las familias al panteón y los visitantes, que se llena de un hermoso colorido y se empiezan a escuchar los sones de costumbre y las bandas de viento”, compartió.
“Las familias llevan sus ofrendas, sus bebidas, su música y veladoras, para festejar con sus difuntos en sus tumbas, convivir con toda la familia y recordarlos”, detalló.
En San Bartolo, los días 1 y 2 de noviembre se lleva a cabo la ceremonia religiosa de los muertos, una tradición de poner ofrenda de alimentos a sus difuntos, es una celebración en la región Otomí-Tepehua conocida como Todos Santos.