/ viernes 15 de febrero de 2019

Se puede salir adelante trabajando y estudiando”, dice joven empresario

Preparatoriano, aspira a continuar sus estudios en el Colegio Militar

Los estudios y el trabajo no están peleados, dice Ángel un joven de 17 años, estudiante de preparatoria. Actualmente cursa el cuarto semestre en el turno matutino.

“Al terminar mis clases, llego a mi casa y me preparo para salir a ayudar a mis padres en la venta de obleas, es un negocio familiar”, dijo Ángel.

Añadió que desde hace cinco años, él junto con su familia se dedica a esta actividad, recorre varios kilómetros diariamente la calles de la ciudad a ofrecer sus bolsitas cuidadosamente colocadas dentro de un bote, tocando un artefacto que anuncia, como antaño, el paso de los vendedores de galletas.

Ángel comentó que no le importa tener que soportar los malos tratos de algunas personas que se molestan al verlo pasar haciendo sonar el pedazo de metal.

“No me desanimo cuando tengo malas experiencias, por el contrario le echo más ganas y sonrío, de eso se trata la vida de rescatar cosas buenas de los malos momentos”,dijo.

El Horario que él mismo se ha impuesto es de tres de la tarde a nueve de la noche, y cuando tiene buena venta puede regresar a casa con un poco más de 300 pesos.

“Lo más que se llega a vender son 25 paquetitos, son económicos”, expresó.

Como todo joven tiene aspiraciones: “Mi deseo es poder ingresar a la Escuela Militar, sé que pronto lo conseguiré”, concluyó Ángel.

Los estudios y el trabajo no están peleados, dice Ángel un joven de 17 años, estudiante de preparatoria. Actualmente cursa el cuarto semestre en el turno matutino.

“Al terminar mis clases, llego a mi casa y me preparo para salir a ayudar a mis padres en la venta de obleas, es un negocio familiar”, dijo Ángel.

Añadió que desde hace cinco años, él junto con su familia se dedica a esta actividad, recorre varios kilómetros diariamente la calles de la ciudad a ofrecer sus bolsitas cuidadosamente colocadas dentro de un bote, tocando un artefacto que anuncia, como antaño, el paso de los vendedores de galletas.

Ángel comentó que no le importa tener que soportar los malos tratos de algunas personas que se molestan al verlo pasar haciendo sonar el pedazo de metal.

“No me desanimo cuando tengo malas experiencias, por el contrario le echo más ganas y sonrío, de eso se trata la vida de rescatar cosas buenas de los malos momentos”,dijo.

El Horario que él mismo se ha impuesto es de tres de la tarde a nueve de la noche, y cuando tiene buena venta puede regresar a casa con un poco más de 300 pesos.

“Lo más que se llega a vender son 25 paquetitos, son económicos”, expresó.

Como todo joven tiene aspiraciones: “Mi deseo es poder ingresar a la Escuela Militar, sé que pronto lo conseguiré”, concluyó Ángel.

Policiaca

Santiago de Anaya, explota polvorín en la localidad de Cerritos

Una de las personas que se encontraba en el lugar sufrió diversas quemaduras, fue trasladada de emergencia al Hospital Regional de Taxadho

Local

En Florida aprueban ley antimigrante 1492

La Cámara de Senadores aprobó la controvertida Ley, que prohíbe a los trabajadores tomar agua durante el horario laboral

Local

Congreso de Hidalgo recibió cuenta pública 2023

Legisladores analizarán el uso de los recursos económicos, así como el destino, la austeridad y más

Local

Caso Coamila: Desplazamiento de evangélicos, tema municipal 

El diputado Noé Hernández indicó que el asunto no ha trascendido al Congreso del Estado 

Local

Imparten pláticas sobre trabajo infantil a más de dos mil menores: STPSH

Los menores de edad pueden desertar de la escuela en caso de trabajar antes de la mayoría de edad

Local

Campesinos del Valle del Mezquital analizan proyecto de extracción de agua del río Tula

Los usuarios de la Unidad de Riego del canal Endhó – Xochitlán, realizaron una asamblea