La arqueóloga Enriqueta M. Olguín impartió la Conferencia Titulada El Agua en Huapalcalco, en la explanada de la zona arqueológica en Tulancingo. Con el objetivo de dar a conocer la importancia del agua en las culturas prehispánicas, y sobre todo para los antepasados que habitaron el valle de Tulancingo. La también historiadora destacó la necesidad de recuperar la vegetación sobre los cerros que integran la región de Tulancingo, ya que los árboles son los principales propiciadores de la lluvia, mismos que ayudan a la filtración del vital líquido al subsuelo para alimentar, ríos, lagos y cascadas. “Hay una cosa importantísima para nosotros y que en gran medida depende de los cerros y es el agua, claro, pero como se retiene en los cerros el agua, son los árboles los que atraen la lluvia y son los que propician que nazcan los manantiales”, comentó la arqueóloga.

De la deforestación en el lugar, afirmó el dato sobre un incendio en la década de 1950, mismo que acabó con el bosque que se ubicaba sobre el cerro de la “Mesa”, en el área que comprende la zona arqueológica de Huapalcalco. En la plática también destacó la importancia de cerros como el Yolotl en Cuautepec, el Napateco en Tulancingo y las Navajas en Epazoyucan. Sobre el puente que conectaba los extremos de la zona arqueológica de Huapalcalco, confirmó su existencia, así como el paso de una enorme cascada de la que solo queda la barranca que divide el lugar.