Llegó la primavera, florecieron las jacarandas y se fueron las barras; más del 50 por ciento del centro de Tulancingo luce ya sin vallas limitantes, lo que le permite a la población tomar un descanso o convivir en el jardín.
A dos años exactamente de qué se declarará la pandemia por Covid-19 en México, y se declarara la emergencia sanitaria que conllevó el confinamiento, la sociedad día a día comienza a retomar actividades de rutina realizadas antes de la pandemia.
En el caso específico de Tulancingo, el espacio y jardín recreativo Ricardo Garibay, luce ya sin barrera protectora entre el sitio y la población, a excepción del área de la casa de cultura del mismo nombre, ese espacio aún luce con las vallas.
En lo referente al jardín La Floresta, sucede lo mismo, la mitad de este ya está abierta al público, a excepción del área para juegos de los niños, el resto del jardín aún está protegido con las barras, esto debido al mantenimiento del piso que se le está haciendo en el área de la velaria.
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