José es un migrante que cayó de la bestia y perdió un brazo y un pie. Iván es un joven que al instalar la luz de su casa recibió una descarga eléctrica y perdió sus piernas, y Juan es un sobreviviente de la explosión en Tlahuelilpan que perdió una parte de su brazo.

Todos ellos han sustituido la extremidad perdida con una prótesis elaborada en los laboratorios y talleres del DIF Hidalgo.

Al respecto, el doctor Antonio Vázquez Negrete, director de los Centros de Rehabilitación Integral Hidalgo, informó que en 2018 se elaboraron 46 prótesis para igual número de personas, que por algún motivo, ya sea pérdida traumática, congénita o por enfermedad crónico-degenerativa, perdieron alguna extremidad.

Comentó que es más común en los hombres que las mujeres, ya que en lo que va de 2019 se realizaron 9 para mujeres y 35 para hombres.

Con apenas tres personas que laboran en el taller se hacen prótesis que van por debajo de la rodilla que se le llama trastibial, rotuliano o supracondilia, o incluso la de cadera, también de brazo y de pie.