El pasado 18 de julio, Jaime Islas, originario de Tulancingo, cumplió 25 años como velador, oficio que también desempeñan su papá y tío. Entre su cuerpo han quedado algunas marcas del trabajo que él desempeña, pues en su labor como velador ha sido navajeado y descalabrado.
Los primeros 15 años de trabajo, los desempeñó en la colonia Francisco I Madero parte baja, pero por circunstancias de la vida, decidió cambiar de colonia y ahora lleva 10 años en esta. Jaime comenzó laborando a los 17 años, su necesidad y ganas de salir adelante, lo orillaron a tomar el oficio de su padre. “Ya le agarré amor, algunas jornadas son bastantes tranquilas, otras no tanto”.
Además de la inseguridad de la que deben cuidarse y motivo por el cual trabajan, los veladores deben enfrentarse a otros tantos retos como lo son el clima, pues asegura que en época de calor es bastante fácil trabajar, lo complicado viene en temporada de lluvia y frío.
Jaime explicó en entrevista, que, aunque son pocos los veladores del municipio, existen una Asociación Civil que los respalda, llamada Veladores Unidos y Activos de Tulancingo de Bravo, Hidalgo AC, y hasta antes de la pandemia, sostenían reuniones periódicas, en aquel momento había 42 veladores contemplados en la asociación, actualmente desconoce la cifra.
“Empezamos a trabajar desde las 11 de la noche, hasta las 5:30 de la mañana, no estamos, descansamos un rato y vamos por la cooperación porque dependemos de los vecinos, no de presidencia”, especificó.
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Entre las vivencias que recuerda, se encuentran dos, la primera, cuando en apoyo de un compañero velador de otra colonia, le tocó enfrentarse contra unos bandidos que se encontraban robando dentro de una casa, “me dieron un tubazo, me descalabraron y me quedó la cicatriz de recuerdo”, narró con risa nerviosa.