En plena zona urbana de Pachuca, hay un lugar en el que se presentan problemáticas sociales como el alcoholismo, la drogadicción, acompañados de pobreza extrema; es por eso que el DIF Hidalgo trabaja en centros de asistencia como La Casita, que tiene la función principal de salvaguardar la integridad física y emocional de los niños para adquirir resiliencia pese a las situaciones que les toca vivir.
La Casita atiende actualmente 89 niños y 81 niñas provenientes de colonias con altos índices de pobreza; sus núcleos familiares están desintegrados, viven con su madre, o bien ambos padres presentan problemas de alcoholismo o drogadicción.
Por su contexto, social y familiar, en horarios fuera de escuela los menores quedan expuestos a ver situaciones sociales no adecuadas para su edad, de ahí la idea de ofrecer una diversidad de actividades en un centro asistencial, que además incluye comida.
De acuerdo con el encargado del lugar, La Casita es parte de un modelo integral de atención, para que los menores adquieran resiliencia y aprendan a sobrellevar los problemas sociales que predominan en sus colonias como La Raza, Felipe Ángeles, Ampliación Felipe Ángeles, Palmitas, Cubitos, 11 de Julio y la Nueva Francisco I. Madero.
A decir de la trabajadora social, el diagnóstico de ingreso arroja que son menores con problemas de hábitos alimenticios, educación, principios, valores, son retraídos, antisociales, egoístas, tímidos, a consecuencia de lo que viven en sus hogares.
Con diversos talleres de manualidades, baile, danza, panadería, lectura, caligrafía, entre otros, logran un impacto positivo en la actitud de los niños y niñas.