En esa época, 1869, Pachuca era una ciudad sumamente tranquila, con pocos habitantes y todos se apresuraron a recibir de la mejor manera al nuevo gobernante. Correspondió ese honor al doctor Rodrigo Ramírez León, presidente municipal de Pachuca.
La principal preocupación de Doria fue la seguridad de los hidalguenses. Pidió al presidente Juárez mayor presupuesto para equipar las tropas encargadas de resguardar a la población. Además de reorganizar la fuerza pública de cada distrito, combatió personalmente a los delincuentes que asaltaban y asolaban a las ciudades.
En cumplimiento del artículo 2 transitorio del decreto 6507 de 16 de enero de 1869, antes de concluir su breve periodo gubernamental dio cuenta de éste en una Memoria al Congreso del Estado, editada en la imprenta del gobierno estatal a cargo de Marcelino García. La obra detalla los grandes beneficios sociales y económicos con que se vio favorecido el pueblo hidalguense, agrupados en los siguientes rubros: Hacienda, Guerra, Justicia, Gobernación y Seguridad Pública.
Sin duda, uno de los ramos con mayor respaldo fue la instrucción pública, ya que sin su desarrollo, afirmaba Doria, todas las medidas de mejoramiento serían estériles. Hizo crecer el número de escuelas primarias y secundarias, fundó el Instituto Literario y Escuela de Artes y Oficios —hoy Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo— y estableció la Sociedad Filarmónica, dedicada a propagar el estudio de la música.
Su esfuerzo se reflejó también en diversas mejoras materiales: la puesta en marcha del servicio telegráfico para comunicarse con la capital del país; el apoyo a la minería, principalmente de Pachuca, donde trabajaban más de cinco mil personas en 71 minas y siete haciendas de beneficio.
“Los medios de publicidad, que por desgracia no son abundantes en el estado, tienen una influencia muy directa en la civilización de los pueblos”, expresó Doria, y por ello concedió gran importancia a la compra de una imprenta destinada a difundir las acciones gubernamentales. En 1869 inició la publicación del Periódico oficial del gobierno del estado de Hidalgo.
El mayor mérito de Doria fue cumplir la encomienda del gobierno juarista: coadyuvar a la fundación de las instituciones políticas y administrativas del nuevo miembro de la federación. Así, el 2 de marzo de 1869 creó el Tribunal Superior de Hidalgo y el 27 de marzo publicó la convocatoria para elegir gobernador y diputados locales. Las elecciones, efectuadas el 2 de mayo, permitieron la instalación del primer Congreso constituyente y primero constitucional del estado.
Al final de su mandato el Estado de Hidalgo lo nombró CIUDADANO hidalguense.
El 27 de mayo Doria entregó a Antonino Tagle el liderazgo del gobierno estatal. Dejó el mandato con la conciencia tranquila y la satisfacción de haber hecho cuanto estuvo en sus facultades por la felicidad del estado de Hidalgo. Se retiró entonces a vivir a la ciudad de México. Seis meses después, cuando apenas sumaba 30 años de vida, falleció el 16 de noviembre de 1869.
Sus restos quedaron depositados en el panteón de San Fernando, en la capital mexicana. En 1940 se les reubicó junto al mausoleo del presidente Benito Juárez, en el mismo cementerio. El 15 de enero de 1969, en el Centenario de la creación de nuestro estado, pasaron a la Rotonda de los Hombres Ilustres en el Panteón Municipal de Pachuca. Por último, desde el año 2010, descansan en la Rotonda de los Hidalguenses Ilustres, obra construida en la ciudad de Pachuca con motivo del Bicentenario de la Independencia de México. cronistadepachuca@yahoo.com.mx
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