En la parroquia de arquitectura tipo franciscana, ubicada en la céntrica esquina que forman las calles Zaragoza y 5 de Mayo de Tula, la cual fue hecha manualmente a base de piedra pura, el Obispo de Tula Juan Pedro Juárez Meléndez, puntualiza que se sabe que la primera evangelización en la región que hoy es el estado de Hidalgo llegó por los misioneros franciscanos.
“El primer grupo de franciscanos que llego a la Nueva España o el Nuevo Mundo fue en el año de 1524, dentro de la llegada de doce misiones franciscanas y luego de llegar al puerto de Veracruz se establecieron algún tiempo en Tlaxcala mientras se organizaban y que cinco años atrás, había sido declarada la Real y Noble Ciudad de Tlaxcala cuando se hizo la alianza Atlaxteca-Española el 23 de septiembre de 1519 y que culminó con la celebración de la primera mesa que celebró el Catellana que traía Hernán Cortez y se llamaba Juan Díaz” indicó el líder religioso de la región Tula.
A partir de allí, dijo el informante, llegaron en otro viaje otros sacerdotes antes de la llegada de Los Doce y también llegó Fray Pedro de Gade a Tlaxcala que eran tierras que apenas se estaban evangelizando.
El Obispo de Tula mencionó que los extranjeros comenzaron a recorrer el resto del territorio mexicano en el año de 1524 antes de la aparición de la Virgen de Guadalupe en el Cerro de El Tepeyac que sucedió en el año de 1531.
En Hidalgo, primeramente llegaron los franciscanos y posteriormente arribaron misioneros agustinos. Ambos se expandieron por diversos municipios que ahora conocemos como Tula de Allende, Pachuca de Soto, Ixmiquilpan, Actopan, Meztitlán, Arenal, Tepeapulco, Atotonilco de Tula, Tlahuelilpan y Tepetitlán.
“La Catedral de Tula es una construcción franciscana hecha a base de piedra sólida que hicieron manualmente habitantes de esta región en jornadas y es una demostración viviente de la llegada de los franciscanos aproximadamente en el año de 1548” dijo Juan Pedro Juárez.
Aseveró que en la construcción de grandes templos hechos principalmente con piedra, adobe y otros materiales de la época por lugareños y de forma manual, tenían adelantos en arquitectura religiosa.
“Mientras a Tula llegaron los misioneros franciscanos, en Ixmiquilpan arribaron los Agustinos quienes se expandieron a otros municipios de la entidad y por esta región de Tula pasaron otros grupos religiosos pero no se quedaron a establecerse y los misioneros se preocuparon por difundir la Fe y el bien estar común de todos los indígenas, además que fundaron escuelas y hospitales e hicieron albor social pues el estado mexicano aún no existía y siempre buscando el bienestar de la gente nativa” dijo el entrevistado.
Los misioneros religiosos ayudaban a la población de aquella época a cultivar en el campo y construir casas-habitación y ellos fueron promoviendo y ayudando a los indígenas.
Mientras los franciscanos y agustinos de España se quedaron en el centro de país, los Jesuitas se fueron hacia el sureste y fueron los grandes ordenes religiosos de ese tiempo.
El Obispo de Tula señalo que el símbolo más elocuente del mestizaje es la Virgen de Guadalupe y se hizo una nueva nación, cultura y pueblo y no hubo colonización pues se fusionaron las culturas y razas y nació el verdadero pueblo.
Precisó que según datos históricos, la iglesia católica primeramente se estableció en Hidalgo y los estados se empezaron a definir después de la Independencia de México y anteriormente era la Nueva España que se identificaba como Virreinatos y los virreyes tenían autoridad civil y religiosa.
“Primero se construyó la Fe de la gente de esta entidad y luego la edificación de los templos y parroquias y estas construcciones fueron el fruto de la Fe y Devoción de las personas y la Catedral de Tula es una de las primeras y más antiguas de Hidalgo” dijo el Obispo de Tula.
Por último, señaló que hasta el año de 1961 muchas de las parroquias hidalguenses eran atendidas por el Arzobispado de México y la Diócesis de Tula estará cumpliendo sesenta años el próximo siete de septiembre de este año 2021.
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