Se adelantó por al menos un mes la temporada de zarzamoras en Acaxochitlán, toda vez que de acuerdo con la recolectora y campesina Filiberta Nevado, normalmente este pequeño fruto comienza a abundar en los meses de junio y julio. No obstante, fue gracias a los calores recientes que brotó con anticipación.
“Ha cambiado el clima, el año pasado tardó en salir porque hizo mucho calor y no llovía, después brotó cuando empezaron las lluvias y la zarzamora no resiste la lluvia y al otro día ya están desechas. Además, las plagas de azotadores llegan y en un día se terminan todas las que hay en un terreno”, explicó.
Preparan licor y mermelada de zarzamora en Acaxochitlán
Según contó ella, tal fruto sirve en el municipio para la preparación de dos productos que son de gran demanda principalmente para visitantes, famosos por su preparación artesanal: el licor de zarzamora y también la mermelada. Hechos con el cuidado y procedimientos que obedecen a tradiciones que se transmitieron de generación en generación, doña Fili cuenta que lo más difícil es la recolección del fruto.
“Primero hay que esperar a que estén bien maduras. Ya que se pusieron negras, hay que irlas a buscar de forma silvestre, pero crecen en zanjas y también es muy común que ahí vivan las serpientes de cascabel”, contó la señora. Aunque a ella nunca le han mordido, cuenta que por tales motivos debe aplicarse “la maña” cuando se quiere recolectar zarzamoras, para lo que usan un gancho como herramienta.
Pero las serpientes no son el único factor de riesgo, pues dijo que al ser un árbol muy espinoso, es bastante común lastimarse las manos o incluso todo el cuerpo: “hay que treparse para agarrar la zarzamora, a veces nos caemos y termina uno todo espinado”. Con estos gajes del oficio es que doña Fili vuelve a su domicilio para la elaboración de mermeladas (las cuales igual se usan para postres como pasteles y pays); o bien para licores, bebida que solicitan turistas ya que es de las pocas personas en Acaxochitlán que conservan el método de preparación artesanal.
“La zarzamora igual que todas las yerbas aparentemente inútiles de los pueblos y comunidades, tiene un valor importante y eso hace que merezcan respeto y reconocimiento todas las plantas de este planeta”, concluyó.