En plazas y avenidas comerciales de la capital, el coronavirus dejó su huella: varios negocios cerraron; sin embargo, otros ocupan los lugares vacíos a medida que avanza la reactivación económica, que, aunque lenta, está en marcha.

A un año del inicio de la pandemia del coronavirus, letreros de “se renta” sobre aparadores oscuros y cortinas cerradas forman parte del paisaje, es decir, la recuperación no es completa. Algunos locales volvieron a abrir sus puertas, pero muchos, los que no, cambiaron de giro.

Para aquellos que se guardaron en casa para evitar contagiarse del virus y recientemente volvieron a los centros comerciales se llevaron la sorpresa de que estos sitios tienen otro rostro, nuevos inquilinos y muchas esperanzas de mantenerse.

En Plaza Bella, por ejemplo, una tienda de trajes desapareció y aunque el local permaneció vacío varios meses, hoy está ocupado por un negocio de playeras. Una tienda distribuidora de productos para el hogar fue sustituida por un outlet de zapatos deportivos. El lugar funciona con los logotipos que dejó el anterior inquilino.

En tanto, la que fuera una gran tienda de ropa deportiva en la misma zona, ahora es una bodega dedicada a la venta de ropa de bajo costo. En esta zona permanecen muchos lugares vacíos en espera de ser alquilados, aunque la encargada de la tienda de fajas Frederick, aseguró que la mayoría de sus compañeros locatarios vencieron al Covid-19.

En plaza Gran Patio el panorama es similar, muchos negocios nuevos y el notorio cierre de conocida pizzería que ocupa un gran espacio en ese centro comercial. En tanto, sobre las avenidas del centro de la ciudad también existen locales en espera de inquilinos.