Dos bombas de la Comisión de Agua y Alcantarillado de Sistema Intermunicipal (CAASIM), fueron recuperadas de casas de empeño particulares, lo que causó denuncia penal.
Informó el titular Juan Evel Chávez Trovamala, al mencionar que tal situación se logró detectar al encontrar las respetivas papeletas de empeño entre la documentación de la institución.
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Mención que identificaron el empeño a raíz del análisis profundo en el cotejo de documentación con existencia de bienes, “un descuidado, a pesar que las empeñó, dejó la papeleta entre los documentos”.
Indicó que las empresas fueron particulares del municipio de Pachuca, donde acudió personal a fin de recuperarlas, las cuales tenían de capacidad entre 40 y 60 litros de extracción de agua por segundo.
Fueron empeñadas ni al 5% de su valor real
“Fue un desperdicio por lo que empeñaron, las bombas son caras, tienen diferentes precios de acuerdo a la capacidad, pero a comparación de lo que cuesta una, ni el 5% fueron empeñadas del valor real”, expresó.
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Mencionó que por fortuna no hubo comprador de ellas, y esto pudo suceder debido a que son artículos caros que difícilmente puede vender una casa de empeño, pues su mercado de compra es reducido.
Inician carpeta de investigación
Además, dentro de las investigaciones que se aplicó, detectaron al presunto responsable y con él dialogaron, “al responsable le pedimos que hiciera eso (el pago de la boleta) y ya no está con nosotros”.
Agregó que el inicio de una carpeta de investigación, “todo lo que pasa en CAASIM estamos fincando responsabilidades, desde los que no pagan agua, los que conectan a los vecinos gratis, los que hacen huachicol, los que se roban las cosas y los que nos roban en la infraestructura”.
Bombas ya fueron reparadas
Apuntó que estas dos, junto con el resto de las bombas de agua descompuestas y en total abandono en los patios fueron intervenidas enseguida con el objetivo de ponerlas a trabajar a fin de requerirlas.
Detalló que dentro de la transparencia promulgada desde el gobernador del estado Julio Menchaca Salazar, realizaron un inventario de los bienes de CAASIM, donde se logró conocer la condición de todas las bombas.
Esto permitió llevar a cabo la sustitución de aquellas que definitivamente no tengan reparación, “a veces gastamos más en reparación”.
