De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en su último informe de accidentes terrestres, en Hidalgo, se registraron tres mil 275 percances durante el año pasado, de los cuales, dos mil resultaron en solo daños y el resto en accidentes fatales, siendo los conductores quienes más mueren.
Muchos de estos accidentes se dan en las principales carreteras federales que pasan por algunos municipios, como lo es Tulancingo. Esta ciudad está ubicada a 150 kilómetros de la CDMX y a 170 kilómetros de Tuxpan, por lo que es el paso obligado para cientos de automóviles día a día, muchos de estos, de carga pesada que tiene por destino el puerto de Veracruz.
Durante el 2023, se registraron decenas de accidentes terrestres, algunos mortales, otros más únicamente aparatosos, pero la mayoría sobre la vía México- Tuxpan, ya sea por el libramiento Pitula o por el acceso a Tulancingo, en San José o la llamada “Bajada de la muerte”.
En junio del año pasado, un grupo de pobladores de las colonias que colindan con la bajada de San José, se manifestaron y bloquearon el acceso y salida de Tulancingo, tras una seguidilla de accidentes mortales y bastante aparatosos que involucran, en su mayoría, unidades de gran tonelaje.
Tras los constantes percances registrados en la vía federal México-Tuxpan y que afectan a tres municipios: Singuilucan, Santiago Tulantepec y Tulancingo, vecinos de la zona bloquearon esa vía en ambas direcciones, como forma de protesta por las afectaciones que indirectamente tienen cada que ocurre un accidente vial.
Probables Causas
La falta de la inspección físico-mecánica, así como el exceso de confianza por parte de los operadores, son determinantes para que haya accidentes mortales sobre la “bajada de la muerte”, en los que se ven involucrados camiones de gran tonelaje, coinciden autoridades y operadores.
En entrevista para El Sol de Tulancingo, Leonardo Butrón Cruz, operador con más de 45 años de experiencia, así como un integrante de la Guardia Nacional de Caminos de la delegación Tulancingo, coinciden que la falta de mantenimiento en las unidades como en la carretera propician percances carreteros.
“Es el exceso de confianza. Muchos no la conocen (la bajada de San José) y cuando quieren frenar ya no pueden porque es engañosa; parece que no, pero sí está bastante inclinada la bajada. También existen esas bitácoras que te exige Comunicaciones y Transporte y exige la revisión físico-mecánica, pero eso le compete a los empresarios, no al operador, porque ahí salen las falles”, explica el señor Leonardo.
Reconoce que con los años los operadores identifican de inmediato cuando ya no hay frenos, por lo que es importante conocer el equipo para maniobrar de inmediato.
Señala que los accidentes en esta zona no son nuevos, pues se sabe de esta problemática desde hace años, sólo que no eran mortales porque no había tanto tráfico ni población. “Desde hace 45 años había accidentes, sólo que eran por donde esta la Ford: se estampaban acá abajo, no que ahorita… ¡nombre…! Hacemos un desmadre”, exclamó.
La Rampa No Ayuda: Chofer
Respecto a la rampa de emergencia de frenado que hay antes del inicio de la pendiente, dijo que a su parecer está mal ubicada y le hace falta señalización, pues “pasa desapercibida” para los que no son de la zona.
“Una rampa de frenado más abajo podría ser una alternativa, aunque la verdad usarla no te da certeza de nada porque puede que supere la fuerza del motor, además de que son excesivamente caras”, concluyó.
Deben Respetarse Límites: GN
Por su parte, el miembro de la Guardia Nacional de Caminos delegación Tulancingo, quien pidió omitir su nombre, también consideró como primordial el mantenimiento de las unidades a través de la prueba físico-mecánica, así como la imprudencia de los conductores que no respetan los límites de velocidad, ya que la máxima para ese tramo es de 40 km/h, y la mayoría la baja a más de 60 km/h.
“Lo que más me preocupa de Tulancingo es que no hay cultura vial, porque es más concurrida que la pista. La mayoría son comerciantes que no están dispuestos a dar la vuelta por la pista y atraviesan la bajada”, detalla.
Aunque reconoció que gran parte de lo que sucede es responsabilidad del operador o el mal estado de la unidad, dijo que el mal estado de la carretera, así como la falta de reductores de velocidad, también son otros factores importantes, ya que es una pendiente con varios semáforos.
“Lo más viable es comenzar a poner reductores de velocidad, esa carretera es un desastre. Tiene hoyos por todos lados, faltan limitantes”, explica.
Luego del bloqueo carretero hecho por los vecinos de la zona el pasado 26 de junio, se implementó un operativo antes del descenso a fin de desviar a las unidades de alto tonelaje hacia la pista, por lo que desde la fecha no se han registrado accidentes.
Sin embargo, y aunque dicho operativo sigue vigente, la primera semana del mes de marzo de 2024, de nueva cuenta se registró una racha de accidentes automovilísticos sobre esta pendiente, donde afortunadamente, no hubo pérdidas humanas ni heridos.
El primero de ellos fue un tractocamión en funciones de nodriza que salió de la vía de rodamiento mientras circulaba sobre la autopista México-Tuxpan el pasado martes, en la jurisdicción de Tulancingo pero sobre el tramo Tulancingo-Tejocotal.
Así mismo, dos tractocamiones chocaron sobre la misma vía y también en el tramo Tulancingo-Tejocotal. Afortunadamente, ambos conductores resultaron ilesos; el primer tráiler transitaba procedente de Tulancingo, sin embargo, perdió el control de la unidad por lo que impactó en su costado izquierdo con el segundo tráiler, que circulaba con dirección a México.
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