Los fans dan todo por ver a su banda o cantante favorito; hacen largas filas, esperan por horas, pero sobre todo gastan fuertes cantidades de dinero para poder asistir a conciertos, un problema que no siempre tiene que ver con los artistas.
Oliver Anthony, un cantante de música country, mostró un ejemplar comportamiento para demostrar el respeto que le da a sus fans y su desaprobación ante el abuso de los recintos por inflar los costos de las entradas sin consentimiento.
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Anthony tomó la decisión de cancelar su actuación en Knoxville, Tennessee, después de que el bar en el que estaba previsto actuar subiera los precios de las entradas.
"Pido disculpas por el precio en Cotton Eyed Joe. Tengo un amigo mío que intenta ayudarme a reservar conciertos. Le dije que no quiero hacer nada que cueste más de 40 dólares por entrada, idealmente no más de 25 dólares por pieza", escribió en su Facebook el pasado martes.
Boletos de hasta 120 mil dólares
El nativo de Virginia estuvo manteniendo a sus fans al tanto de todos los detalles, entre ellos que el lugar donde se presentaría, Cotton Eyed Joe, estaba pidiendo por boleto 120 mil dólares, lo cual no estaba aprobado por el artista.
"Lo máximo que he ganado en un show son 35 mil. Hemos hecho dos shows en Carolina del Norte que fueron completamente gratis y tenemos otro espectáculo gratuito programado para el 23 de septiembre en Kentucky a beneficio del cáncer", explicó Anthony.
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Finalmente, el cantante rompió el trato con el lugar y más tarde anunció que había reservado en el Centro de Convenciones de Knoxville para el 29 de septiembre, dos días después de las fechas originales.
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