Como presidente de Coparmex Hidalgo, quiero expresar nuestra firme oposición a la propuesta de eliminar organismos autónomos en México, como el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), la Comisión Federal de Competencia (COFECE), la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). En Coparmex consideramos que esta medida representaría un retroceso para nuestro país.
El ejemplo del INAI ilustra claramente la contribución invaluable de estos organismos. Gracias al Sistema Nacional de Transparencia, la sociedad ha podido conocer casos de corrupción que posteriormente se hicieron mediáticos, como el de Odebrecht, la Estafa Maestra o la Casa Blanca. En lugar de eliminar estos órganos autónomos, proponemos que el verdadero debate se centre en fortalecer su funcionamiento y garantizar que puedan desempeñar plenamente su papel de equilibrio y defensores de los derechos establecidos por la Constitución y las leyes.
Hasta el momento, no encontramos justificación jurídica alguna para la eliminación de estos órganos autónomos, que son esenciales como contrapeso en cualquier democracia. Rechazamos el argumento de "austeridad" como motivo suficiente para su desaparición, sugiriendo en su lugar combatir la corrupción y buscar la reparación del daño causado al erario público.
Estos organismos no solo tienen la misión de defender los derechos fundamentales de los ciudadanos, sino que también son vitales para la construcción y mantenimiento de un sistema democrático sólido. Su función es preservar la separación de poderes y evitar la acumulación de poder en una sola entidad. Quiero enfatizar que nuestra postura no es oponernos a mejoras en estos órganos autónomos. Si hay críticas o señalamientos, existen canales y mecanismos legales para abordar cualquier problema o cuestionar sus resoluciones.
Desde Coparmex, estaremos atentos a las reformas constitucionales que se presenten el próximo 5 de febrero, con el compromiso de analizarlas, defender la democracia y proteger los intereses de los ciudadanos. Preservar estos órganos autónomos es esencial para garantizar un equilibrio necesario en nuestra democracia.
