/ viernes 3 de abril de 2020

"Tengo miedo", dice enfermera que atendió el primer caso de Covid-19 en Sonora

Karla María fue la enfermera que atendió al primer paciente con Covid-19 en Sonora

HERMOSILLO. “Tengo miedo que colapse el sistema de salud”, afirma Karla María Pacheco Barragán, enfermera del Hospital General del Estado de Sonora (HGE), quien atendió al primer paciente que dio positivo a la infección por Covid-19 en la entidad, y ahora, aparte de trabajar siete horas diarias con personas contagiadas, padece el no poder abrazar ni besar a sus dos hijos por todas las precauciones que debe tomar para evitar trasmitirles la enfermedad que tiene paralizado al mundo entero.

En toda su vida profesional Karla María jamás pensó que se enfrentaría a esta situación.

“Cuando llegué el domingo al hospital a trabajar no estaba asignada a esa área y me dijeron que iba a entrar. Pues está bien, pensé que nomás sería por un día, pero también fue lunes, martes. No me había preparado porque todavía no sabía que me iba tocar entrar y me asignaron que le hiciera todo al paciente; tomar signos vitales, cambiar ropa de cama, bañarlo, administrarle los medicamentos, como un paciente totalmente normal, nada más que con el equipo de aislamiento protector”, contó Karla sobre el día que tuvo el primer contacto con esta nueva enfermedad.

Viene Semana Santa y el llamado sigue siendo #QuédateEnCasa, no son vacaciones: Sheinbaum

Como días difíciles pero también de bastante satisfacción, describió el haber sido parte del proceso de recuperación del primer paciente con Covid-19 en Sonora, un hombre de 72 años al que describió como una persona tranquila, comprensiva, linda y simpática.

El paciente fue dado de alta hace una semana del centro médico en Hermosillo, pues desde un inicio, relata la enfermera, se mostró con ganas de salir adelante y esperanzado por sanar.

“Cuando vi al paciente él ya tenía dos o tres días hospitalizado y estaba tranquilo, comprendía que debíamos estar adentro para lo que él necesitara, lo que él no podía. Hasta que pudo irse a su casa, me tocó hacer el egreso, despedirnos de él; sentí muy bonito cuando lo dieron de alta, creo que es la mejor parte de todo lo que te puedo platicar, que ellos se vayan a casa con su familia. Estaba muy conmovido por las atenciones”, expresó Karla.

SE SIENTE PREPARADA

Karla María comentó que se siente más preparada para volver a atender algún otro paciente con esta enfermedad, pues aunque sean momentos difíciles, considera que está dispuesta a seguir adelante para curar a más personas.

“Ya estoy preparada para esto, siento como si me estuvieran programando, no quieres, pero si te llega lo disfrutas, a pesar de que sea este tipo de cosas. Son sentimientos encontrados, no quieres pero sabes que está en tus manos y que alguien lo tiene que hacer, entonces qué mejor que esté alguien que tiene las ganas de hacerlo y que te has preparado y que tu hospital te ha preparado”, dijo.

Explicó que para entrar a el área donde se encuentra un paciente positivo al Covid-19, el personal médico y de enfermería tiene que utiliza uniforme quirúrgico, un par de botas, guantes, lentes, gorro quirúrgico y encima de eso un overol blanco, que es el que les brinda el aislamiento protector, otro par de botas, cubrebocas, goggles y una bata.

Pese a esto, comentó que siente miedo al imaginar que podría colapsar el sistema de salud o que no tengan los suficientes ventiladores o trajes de aislamiento.

Señala que aunque quieran (médicos y enfermeras, no podrán hacer mucho sin los medios necesarios.

En el hospital Karla María vive una realidad, pero llegar a su casa también es difícil puesto que no puede abrazar a sus dos hijos, ni después de haberse bañado.

“Ni abrazos, ni besos le doy a mis hijos, aunque me haya bañado. Porque ahorita estamos en una fase que ya no sabemos quién puede tener el virus o quien no, entonces mejor a los niños los mantengo alejados de mí”, mencionó.

De regreso a su hogar tiene que cumplir día a día con un estricto protocolo de higiene para evitar la contaminación de sus cosas o el contagio a sus familiares.

“Al llegar a mi casa me quito mis zapatos, los dejo afuera, mi lavadora y secadora están en la cocina, entro descalza, me quito la ropa, uniforme y lo echo a la lavadora, de ahí voy a bañarme, para comer y todo eso, no entro a otra parte de mi casa sin que ya me haya bañado y quitado la ropa, porque estamos las siete horas continuas con el paciente”, contó.

Aunque Karla María siente miedo e incertidumbre por la situación actual, aseguró que si volviera a nacer elegiría la misma profesión, pues se siente orgullosa y feliz.

“Siempre me he sentido muy orgullosa de mi profesión, sobre todo del hospital al que pertenezco, que ahorita nos está dando todo el equipo de protección hasta donde hemos necesitado y sobre todo estoy muy orgullosa de pertenecer al equipo de urgencias”, puntualizó.

HERMOSILLO. “Tengo miedo que colapse el sistema de salud”, afirma Karla María Pacheco Barragán, enfermera del Hospital General del Estado de Sonora (HGE), quien atendió al primer paciente que dio positivo a la infección por Covid-19 en la entidad, y ahora, aparte de trabajar siete horas diarias con personas contagiadas, padece el no poder abrazar ni besar a sus dos hijos por todas las precauciones que debe tomar para evitar trasmitirles la enfermedad que tiene paralizado al mundo entero.

En toda su vida profesional Karla María jamás pensó que se enfrentaría a esta situación.

“Cuando llegué el domingo al hospital a trabajar no estaba asignada a esa área y me dijeron que iba a entrar. Pues está bien, pensé que nomás sería por un día, pero también fue lunes, martes. No me había preparado porque todavía no sabía que me iba tocar entrar y me asignaron que le hiciera todo al paciente; tomar signos vitales, cambiar ropa de cama, bañarlo, administrarle los medicamentos, como un paciente totalmente normal, nada más que con el equipo de aislamiento protector”, contó Karla sobre el día que tuvo el primer contacto con esta nueva enfermedad.

Viene Semana Santa y el llamado sigue siendo #QuédateEnCasa, no son vacaciones: Sheinbaum

Como días difíciles pero también de bastante satisfacción, describió el haber sido parte del proceso de recuperación del primer paciente con Covid-19 en Sonora, un hombre de 72 años al que describió como una persona tranquila, comprensiva, linda y simpática.

El paciente fue dado de alta hace una semana del centro médico en Hermosillo, pues desde un inicio, relata la enfermera, se mostró con ganas de salir adelante y esperanzado por sanar.

“Cuando vi al paciente él ya tenía dos o tres días hospitalizado y estaba tranquilo, comprendía que debíamos estar adentro para lo que él necesitara, lo que él no podía. Hasta que pudo irse a su casa, me tocó hacer el egreso, despedirnos de él; sentí muy bonito cuando lo dieron de alta, creo que es la mejor parte de todo lo que te puedo platicar, que ellos se vayan a casa con su familia. Estaba muy conmovido por las atenciones”, expresó Karla.

SE SIENTE PREPARADA

Karla María comentó que se siente más preparada para volver a atender algún otro paciente con esta enfermedad, pues aunque sean momentos difíciles, considera que está dispuesta a seguir adelante para curar a más personas.

“Ya estoy preparada para esto, siento como si me estuvieran programando, no quieres, pero si te llega lo disfrutas, a pesar de que sea este tipo de cosas. Son sentimientos encontrados, no quieres pero sabes que está en tus manos y que alguien lo tiene que hacer, entonces qué mejor que esté alguien que tiene las ganas de hacerlo y que te has preparado y que tu hospital te ha preparado”, dijo.

Explicó que para entrar a el área donde se encuentra un paciente positivo al Covid-19, el personal médico y de enfermería tiene que utiliza uniforme quirúrgico, un par de botas, guantes, lentes, gorro quirúrgico y encima de eso un overol blanco, que es el que les brinda el aislamiento protector, otro par de botas, cubrebocas, goggles y una bata.

Pese a esto, comentó que siente miedo al imaginar que podría colapsar el sistema de salud o que no tengan los suficientes ventiladores o trajes de aislamiento.

Señala que aunque quieran (médicos y enfermeras, no podrán hacer mucho sin los medios necesarios.

En el hospital Karla María vive una realidad, pero llegar a su casa también es difícil puesto que no puede abrazar a sus dos hijos, ni después de haberse bañado.

“Ni abrazos, ni besos le doy a mis hijos, aunque me haya bañado. Porque ahorita estamos en una fase que ya no sabemos quién puede tener el virus o quien no, entonces mejor a los niños los mantengo alejados de mí”, mencionó.

De regreso a su hogar tiene que cumplir día a día con un estricto protocolo de higiene para evitar la contaminación de sus cosas o el contagio a sus familiares.

“Al llegar a mi casa me quito mis zapatos, los dejo afuera, mi lavadora y secadora están en la cocina, entro descalza, me quito la ropa, uniforme y lo echo a la lavadora, de ahí voy a bañarme, para comer y todo eso, no entro a otra parte de mi casa sin que ya me haya bañado y quitado la ropa, porque estamos las siete horas continuas con el paciente”, contó.

Aunque Karla María siente miedo e incertidumbre por la situación actual, aseguró que si volviera a nacer elegiría la misma profesión, pues se siente orgullosa y feliz.

“Siempre me he sentido muy orgullosa de mi profesión, sobre todo del hospital al que pertenezco, que ahorita nos está dando todo el equipo de protección hasta donde hemos necesitado y sobre todo estoy muy orgullosa de pertenecer al equipo de urgencias”, puntualizó.

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