El plan de rescate de la industria petrolera consiste en rehabilitar las seis refinerías existentes, construir una nueva y aumentar la producción de combustible. El presidente de México prometió que habrá una recuperación de la producción de petróleo, y para ello se habilitaron 20 nuevos campos petroleros.
"Queremos en tres años dejar de comprar la gasolina en el extranjero y producir en México todo lo que consumimos, esa es la nueva política. Antes éramos autosuficientes y nos volvimos dependientes por la política neoliberal", expresó. Al tiempo, adelantó que no habrá gasolinazos, ni aumento al costo de la energía eléctrica. López Obrador recordó que en sexenios anteriores se entregaron contratos a empresas privadas que comprometen el 20 por ciento del total del dominio de Pemex, y aseguró que dichos contratos serán respetados.
"Se van a respetar esos contratos y los vamos a poner a competir, y vamos a demostrar que vamos a hacer más eficiente a Pemex que las empresas particulares. No vamos a cancelar esos contratos y ojalá algún día inviertan como ofrecieron y extraigan petróleo, porque ahora no hay nada", señaló.
