/ lunes 29 de junio de 2020

Viajes por Europa se vuelven viacrucis

El tiempo de recorrido para algunos viajes aumentó siete veces ante la cancelación de vuelos y el cierre temporal de fronteras


Bruselas. Hace tres meses, el viaje de Bruselas a Varsovia implicaba un vuelo directo de dos horas, además de los desplazamientos hacia y desde los aeropuertos de las ciudades europeas.

Después de que la pandemia del coronavirus (Covid-19) cerró las fronteras y dejó en tierra a la mayoría de las aeronaves, este viaje de mil 300 kilómetros aproximadamente a través de Europa multiplicó por siete su duración e implicó la cancelación de un avión, viajes en trenes y en automóvil... e incluso cruzar a pie un puesto de control fronterizo antes inexistente.

Los confinamientos para frenar la propagación del virus han asestado un duro golpe a la movilidad en toda Europa, aunque se están levantando las restricciones y el panorama podría mejorar para algunos viajeros en los próximos días.

El viaje desde Bruselas a mi ciudad natal de Varsovia comenzó con un contratiempo antes incluso de empezar.

El 9 de junio me comunicaron que mi vuelo a Fráncfort, programado para la mañana siguiente, había sido cancelado después de que quebró la empresa encargada de la gestión de equipajes en el aeropuerto de Bruselas. Así, se fueron por la borda mis planes originales de volar a Berlín pasando por Fráncfort y tomar un tren a la frontera germano-polaca.

Al menos 17 de los 16 países de la zona Schegen han impuesto controles de emergencia por el coronavirus / Foto: Reuters

Decidí entonces reservar billetes de la operadora de trenes alemana Deutsche Bahn de Bruselas a Berlín y emprendí el viaje la mañana siguiente, alrededor de las 9 de la mañana, con una conexión en Colonia, donde los andenes de la estación estaban insólitamente vacíos. El viaje a Berlín duró casi siete horas.

Era obligatorio llevar mascarillas en el tren, y los vagones y las estaciones estaban llenas de carteles que recordaban a los viajeros que debían permanecer separados por lo menos 1.5 metros.

No había controles especiales cuando el tren cruzó de Bélgica a Alemania, pero al menos 17 de los 26 países de la zona Schengen han impuesto controles de emergencia debido al coronavirus.

Después de otro cambio en la estación de Hauptbahnhof, en Berlín, un tren vespertino me llevó a Fráncfort del Óder, una localidad fronteriza alemana.

Tuve que caminar dos kilómetros hasta la mitad del puente que cruza el Óder, que marca la frontera. Los guardias fronterizos polacos habían montado una carpa para el control de los pasajeros.

Después de un control de temperatura y de echar un vistazo a mi identificación y a los documentos que confirmaban el viaje de negocios, ya estaba dentro del país.

Desde Slubice, hay unos 470 kilómetros hasta la capital polaca. Conducir por las nuevas autopistas subvencionadas por la UE me llevó más de cuatro horas y, al caer la noche, llegué a Varsovia unos minutos antes de la medianoche, unas 15 horas después de haber partido.


Te recomendamos el podcast ⬇️

Spotify

Apple Podcasts

Google Podcasts

Acast


Lee también otros contenidos de Normal ⬇️


Escucha el podcast ⬇️

Spotify

Apple Podcasts

Google Podcasts

Acast


Bruselas. Hace tres meses, el viaje de Bruselas a Varsovia implicaba un vuelo directo de dos horas, además de los desplazamientos hacia y desde los aeropuertos de las ciudades europeas.

Después de que la pandemia del coronavirus (Covid-19) cerró las fronteras y dejó en tierra a la mayoría de las aeronaves, este viaje de mil 300 kilómetros aproximadamente a través de Europa multiplicó por siete su duración e implicó la cancelación de un avión, viajes en trenes y en automóvil... e incluso cruzar a pie un puesto de control fronterizo antes inexistente.

Los confinamientos para frenar la propagación del virus han asestado un duro golpe a la movilidad en toda Europa, aunque se están levantando las restricciones y el panorama podría mejorar para algunos viajeros en los próximos días.

El viaje desde Bruselas a mi ciudad natal de Varsovia comenzó con un contratiempo antes incluso de empezar.

El 9 de junio me comunicaron que mi vuelo a Fráncfort, programado para la mañana siguiente, había sido cancelado después de que quebró la empresa encargada de la gestión de equipajes en el aeropuerto de Bruselas. Así, se fueron por la borda mis planes originales de volar a Berlín pasando por Fráncfort y tomar un tren a la frontera germano-polaca.

Al menos 17 de los 16 países de la zona Schegen han impuesto controles de emergencia por el coronavirus / Foto: Reuters

Decidí entonces reservar billetes de la operadora de trenes alemana Deutsche Bahn de Bruselas a Berlín y emprendí el viaje la mañana siguiente, alrededor de las 9 de la mañana, con una conexión en Colonia, donde los andenes de la estación estaban insólitamente vacíos. El viaje a Berlín duró casi siete horas.

Era obligatorio llevar mascarillas en el tren, y los vagones y las estaciones estaban llenas de carteles que recordaban a los viajeros que debían permanecer separados por lo menos 1.5 metros.

No había controles especiales cuando el tren cruzó de Bélgica a Alemania, pero al menos 17 de los 26 países de la zona Schengen han impuesto controles de emergencia debido al coronavirus.

Después de otro cambio en la estación de Hauptbahnhof, en Berlín, un tren vespertino me llevó a Fráncfort del Óder, una localidad fronteriza alemana.

Tuve que caminar dos kilómetros hasta la mitad del puente que cruza el Óder, que marca la frontera. Los guardias fronterizos polacos habían montado una carpa para el control de los pasajeros.

Después de un control de temperatura y de echar un vistazo a mi identificación y a los documentos que confirmaban el viaje de negocios, ya estaba dentro del país.

Desde Slubice, hay unos 470 kilómetros hasta la capital polaca. Conducir por las nuevas autopistas subvencionadas por la UE me llevó más de cuatro horas y, al caer la noche, llegué a Varsovia unos minutos antes de la medianoche, unas 15 horas después de haber partido.


Te recomendamos el podcast ⬇️

Spotify

Apple Podcasts

Google Podcasts

Acast


Lee también otros contenidos de Normal ⬇️


Escucha el podcast ⬇️

Spotify

Apple Podcasts

Google Podcasts

Acast

Policiaca

Acaxochitlán: Detienen a hombre por presunto robo de tractocamión en San Mateo

Con reporte de robo, además de esta unidad se recuperaron dos pipas con hidrocarburo

Local

Diego, Eva y Vanessa vivían en cautiverio, ahora forman parte del Zoológico de Tulancingo

En conjunto con la Profepa apoyan a diversos ejemplares a adaptarse y rehabilitarse

Local

Fe religiosa y el esoterismo, entrelazados en Tulancingo 

Pese a que “la Ciudad de los Satélites” es una de las regiones más profundamente católicas de la entidad al ser sede de la Arquidiócesis, prevalece otro sistema de creencias que, a voz de comerciantes, “va al alza”

Deportes

Vence Sk Sport a Halcones Negros y amarra liguilla

Partido con muchos goles en el Estado de México

Local

Iglesia de la Merced, ícono arquitectónico de Tulancingo

Comenzó su construcción en 1892 gracias al presbítero José Antonio María Agüero pero luego de su muerte, quedó inconclusa desde 1922