Hamas en una múltiple encrucijada en la Franja de Gaza

PARÍS, Francia – Las milicias islamistas Hamas consideran como una “victoria indiscutible” las protestas del viernes último contra Israel en la Franja de Gaza. A pesar de sus declaraciones triunfalistas, sus dirigentes temen que la población se desmoralice por la falta de reacciones de los palestinos que viven en Cisjordania.

El entusiasmo de los líderes de Hamas provocó un fuerte desagrado en Gaza por la gravedad que tuvieron los incidentes del viernes: 9 muertos palestinos —entre ellos un periodista— y 491 heridos, entre los cuales unos 30 se encuentran en estado crítico. Desde que comenzaron las protestas de la Marcha del Retorno, el 30 de marzo, el total de víctimas asciende a 29 muertos y al menos 1.300 heridos.

La propaganda israelí se esforzó en denunciar que Hamas utiliza cínicamente a las masas de Gaza para obtener dividendos políticos.

Para el movimiento islamista, sin embargo, el aspecto determinante de ese duelo con Israel es el “aumento de la simpatía internacional”, aunque reconocen —en privado— que su estrategia para conmemorar el 70° aniversario de la creación del Estado de Israel en 1948 adolece de cuatro inconvenientes graves:

• La escasa repercusión que tiene ese movimiento entre los 3,2 millones de palestinos que residen en Cisjordania.
  
• El movimiento es consciente de que no fue el promotor de esa estrategia y —por el contrario— se vio obligado a tomar el tren en marcha.
  
• Una progresiva desmovilización de la población de Gaza (la participación, que había sido de 30.000 personas en la primera jornada, descendió a 20.000 el viernes pasado). Los organizadores temen que esa sensación de “aislamiento” y “abandono” pueda debilitar la combatividad de manera significativa en las semanas que restan hasta el 15 de mayo, fecha que recuerda la “Naqba” (catástrofe) que conmemora la expulsión de sus tierras de 700.000 palestinos, según datos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA).

• Su estrategia de manifestaciones y disturbios —por violentos que sean— marcan su incapacidad para provocar una nueva guerra con Israel. La gravedad de los enfrentamientos y la cantidad de víctimas hubiera alcanzado para justificar, en otras circunstancias, un ataque con misiles contra Israel.
  

Hamas contabiliza como un progreso significativo los avances logrados en el escenario de la política interna palestina y, en particular, en lo relativo a su rivalidad con el movimiento Al Fatah y la Autoridad Palestina que dirige Mahmud Abbas. Al dominar la agenda política y mediática frente al silencio del Fatah y la Autoridad Palestina dejó en claro cuál es actualmente el movimiento dominante en el tablero político palestino. Pero ese frente paralelo de la confrontación se resolverá cuando termine la actual conmemoración de la “Naqba”.