La pasión religiosa, acompañada de plegarias llenas de esperanza, se desbordaron, desde ayer, en el festejo del 487 aniversario de la aparición de la Virgen de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac, en la Basílica Menor de Pachuca, mejor conocida como La Villita.

Niños, vestidos del Santo Juan Diego; y niñas, con el atuendo de la Virgen Morena, fueron llevados hasta el altar para venerar a la Guadalupana.

La cifra exacta de visitantes nadie la sabe.

Se estima que, tan solo ayer, unas 10 mil personas visitaron la Basílica, toda vez que por homilía suman, en promedio, de mil 500 a dos mil personas, según el horario

Hay quienes dicen que en total, en el festejo, sumarán 30 mil, otros que 50 mil, y algunos más, que 60 ó 70 mil visitantes.

La única certeza que existe es que, en este año que está a punto de terminar, la fe se hizo presente en el templo de La Villita, ubicado en la avenida Juárez.

El pasado lunes, unos 350 comerciantes se instalaron en la avenida Juárez, calle Samuel Carro y otras arterias viales circunvecinas para ofrecer, en el 12 de diciembre, sus productos.

Van desde la tradicional foto, hasta los antojitos, y otros artículos más. Loza, cobijas y recuerdos religiosos se pudieron adquirir a precios razonables.

La ilusión, por parte de los fieles católicos, de poder tener un empleo, o una mejor percepción económica, fue, sin duda, la plegaria más escuchada entre la comunidad religiosa.

El inicio de una nueva administración federal, aunado a un nuevo año, crea, dicen, un ambiente de incertidumbre.

En esta época, memorable para la mayoría de los pachuqueños, es justo recordar que el festejo a la Virgen de Guadalupe inició, en La Villita, de Pachuca, en 1952.

Pocos recuerdan, también, que la ilusión de muchos mexicanos se vio coronada el 31 de julio del año 2002, cuando el entonces papa Juan Pablo II canonizó (hizo Santo), en su quinta y última visita a México, al indio Juan Diego.

Así, con el máximo representante de la iglesia católica, el papa Francisco, suman 26 sumos pontífices que han honrado y reconocido a la Virgen de Guadalupe.

El 12 de diciembre de 1999, en su tercera visita a México, Juan Pablo II declaró esta fecha como rango litúrgico para todo el continente americano.

De ahí el por qué se le conoce a la Guadalupana como la Reina de América.