Con una técnica milenaria conocida como “Telar de cintura”, y proveniente en este caso de El arbolado en Ixmiquilpan, se rompen viejas tradiciones y creencias, ya que ahora también los hombres pueden elaborar esta artesanía que data de entre 2 y 5 mil años de antigüedad.
La creencia o tabú que se tenía respecto a la manufactura de esta prenda de que solo las mujeres lo podían realizar se ha roto.
José Antonio Miranda, tejedor informó que esta actividad ha sido estudiada y se sabe mediante una recopilación de información, que solo las mujeres en su mayoría de la cultura Nañü, eran las encargadas de realizar esta tradicional prenda, y los hombre tenían prohibido producirlas.
La prohibición indicó, era tajante, ya que se creía que de elaborar una prenda, un hombre esto afectaría su fertilidad, por lo que el varón no estaba autorizado para realizarla.
Esta técnica que sobresale por la posición en que las mujeres se acomodan para tejer y que en su mayoría de tiempo están incadas y su telar amarrado a un árbol u objeto fijo pueden pasar horas para lograr avanzar tan solo unos centímetros de un lienzo.
Una prenda de aproximadamente 3 metros se tardan en tejarla entre 20 y 30 días, y por obvia razón su costo es alto, por lo que en algunos casos esto no es muy redituable.
Las mujeres tejedoras son de varios municipios pero en la entidad la mayoría que se ven son de Santa Ana Hueytlapan y Acaxochitlán, solo por mencionar algunos de lo que es conocida como la zona Otomí Tepehua.
Las prendas que se pueden elaborar son: bufandas, pashminas y Quexquémetls está última es la unión de dos piezas y se unen en forma romboidal y solo se deja un espacio en centro para podérsela colocar.
Por último informó que los tipos de telares son variados tanto en este estado como en los de Oaxaca y Chiapas, y existe una variedad de aproximadamente unas 12 bases o telares para la elaboración de esta prenda milenaria que tienen un sin fin de diseños.