La diferencia que más sobresale entre los sistemas de salud mexicano y cubano son los recursos económicos de la población para costear servicios, tratamientos y medicamentos por lo que en Hidalgo es necesario generar programas sociales en el rubro, explicó el médico Néstor Orozco Sámano.
Recordó que en los hospitales y clínicas hidalguenses en los que trabajó cuentan con equipamiento de buen nivel; sin embargo, son necesarios los programas para aquellas personas que no cuentan con seguro o asistencia social.
Agregó que el personal especializado en diferentes áreas de salud es insuficiente; no obstante, el mayor obstáculo para los profesionistas del servicio público sanitario son los reportes por cada consulta, pues aumenta el tiempo destinado a cada paciente y reduce el número de asistencias.
A pesar de que existen diferentes programas digitales para capturar datos, las computadoras puede no contar con las actualizaciones correspondientes o existir fallas en el sistema que afectan y merman el tiempo de atención por parte de los profesionistas, explicó.
Orozco Sámano consideró que una de las ventajas del sistema de salud cubano es que cuentan con estudios e investigaciones propias en material de medicamentos, así como cultura de control en diferentes ramas como el prenatal y atención de enfermedades.
Así mismo, el médico hidalguense que estudia en Cuba dijo que el impulso a la investigación de casos frecuentes en el servicio sanitario contribuiría a mejorar la atención en el sector salud.
Sobre el abasto de medicamentos ejemplificó con los casos de quemaduras que a pesar de su frecuencia en el sistema público de salud hidalguense “son tierra de nadie” ya que no existen especialistas encargados puntuales de dar tratamiento a este tipo de lesiones.
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Apuntó que en el país cubano los estudios e investigaciones permitieron la creación de un ungüento especializado en el rubro de quemaduras para eficientizar la atención y disminuir el desabasto de medicamentos en casos tan recurrentes.