ATOTONILCO DE TULA, Hgo.- La modificación de la biodiversidad y del clima en el municipio de Atotonilco y la región de Tula, es algo que se ha venido dando a través del tiempo, motivado por varios factores, pero principalmente derivado de la actividad humana por el aprovechamiento de los recursos naturales, lo cual en ocasiones lamentablemente no se hace de forma adecuada.

Así lo señaló Juan García Peña, enlace del Programa de Compensación Ambiental de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

El especialista dijo que la actividad industrial ha impactado principalmente, en el régimen de precipitación, que no es otra cosa, más que el movimiento de los periodos de lluvia.

“Porque ahora llueve menos o llueve antes o después. Y se ha modificado también la intensidad con la que se presentan o la forma. Y ya no hay una forma de precipitación regular”, aseguró.

Expuso que esta situación está afectando en la salud de las plantas forestales y han notado que hay mucha presencia de plagas como muérdago y la proliferación de plantas parásitas como el heno motita y la tillandsia, pero también la presencia insectos que se alimentan de los árboles que están debilitados.

Los árboles se debilitan, agregó, por la falta de humedad o escasez de lluvias, o porque hay una situación de descontrol en la ocurrencia de la precipitación, así como de la temporada de heladas y sequías principalmente.

“Ese es el efecto que nosotros hemos notado. Que es el efecto del cambio climático” destacó Juan García.

Y refirió que la manera en que esa modificación del clima, está afectando en la zona de Atotonilco de Tula, es la presencia y proliferación de plantas parásitas, debido a que estas se alimentan de partículas que se encuentran en suspensión en el medio ambiente, que emiten las industrias y los coches, y en el municipio hay gran actividad industrial y de extracción de materiales pétreos.

Y respecto a cómo está tratando la Conafor de contener o remediar las afectaciones medioambientales en este municipio, dijo que se ha buscado hacer reforestaciones, que tengan asesoría especializada, para elegir especies adecuadas para la región, que tengan un programa de mantenimiento y seguimiento, que permitan mitigar más los impactos ambientales.

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En Atotonilco de Tula, refirió García Peña, se están plantando mezquites y huizaches que son plantas de la región y pino cedro y piñón, que son adaptables y se encuentran en la zona del Valle del Mezquital. El 24 de septiembre pasado, refirió, se plantaron mil en una cantera de una empresa.

Ahí, explicó, se está construyendo un segmento, que funcione de cortina rompevientos para que en un mediano plazo estos árboles permitan mitigar los impactos ambientales de la actividad industrial por dispersión de partículas a la zona urbana que colinda con la cantera.